La nueva variante del SARS-CoV-2 denominada 'hermana de ómicron' ha sido puesto bajo investigación por las autoridades sanitarias del Reino Unido. Este sublinaje, conocido como BA.2, surgió a principios de diciembre, poco después que la variante original de ómicron (BA.1) comenzara a extenderse por todo el mundo.
Los expertos creen que hay poco de qué preocuparse en este momento y no hay evidencia de que sea más grave que ómicron, por lo que también se estima que las vacunas siguen siendo efectivas contra BA.2, que desde el pasado 6 de diciembre se ha detectado en varios países y no está ni cerca de superar a ómicron.
Se trata de una subvariante de ómicron con muchas de las mismas mutaciones, pero las tasas de casos actuales son muy bajas. Sin embargo, no tiene la mutación característica en el gen S que permite que la variante ómicron BA.1 se identifique a través de un test PCR, el tipo de prueba que más se ha utilizado hasta la fecha para rastrear la nueva variante. Los científicos han sugerido que podría ser más transmisible y más difícil de distinguir de otras variantes cuando se utilizan pruebas de PCR.
La variante BA.2 se detecta como cualquier coronavirus mediante todas las pruebas habituales y se puede identificar como la variante ómicron mediante pruebas genómicas, pero los casos probables no se muestran en aquellas pruebas PCR rutinarias que aportan los resultados más rápidos. Algunos investigadores llaman a este tipo de ómicron el "sigiloso", ya que no se puede distinguir de otras variantes mediante PCR.
Los estudios iniciales de Dinamarca, donde la subvariante se ha extendido rápidamente y representa la mitad de todos los casos de ómicron, no muestran diferencias en el riesgo de hospitalización. Se necesitan más datos para ver si podría ser más transmisible que el ómicron original. Los funcionarios de salud daneses consideran que las vacunas contra el covid siguen siendo igual de efectivas.
La directora de incidentes de la Agencia de Seguridad Sanitaria británica (UKHSA), la doctora Meera Chand, explicó que la subvariante sigue el patrón de "virus para evolucionar y mutar". "Nuestra vigilancia genómica continua nos permite detectarlos y evaluar si son significativos", añadió. Por su parte, Tom Peacock, virólogo del Imperial College de Londres, dijo que las primeras evidencias sugerían que no había diferencia en la gravedad. "Es probable que haya diferencias mínimas en la efectividad de la vacuna contra BA.1 y BA.2.", escribió en Twitter.
Los estudios preliminares India y Dinamarca sugieren que no hay una diferencia dramática en la gravedad en comparación con BA.1. Estos datos deberían volverse más sólidos (de una forma u otra) en las próximas semanas.
Hasta el momento, se han registrado alrededor de 2.093 casos de BA.2 en una base de datos de 22 países. La nueva forma se detectó por primera vez en Sudáfrica, Australia y Canadá, inicialmente en un hombre sudafricano que había viajado desde Gauteng, un foco en el brote de ómicron. Hasta el 10 de enero, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido confirmó que había habido 53 casos de la subvariante en el país.