“Ni último adiós. Ni una caricia o un “te quiero, papá”. Así lamenta Ignacio Albero el fallecimiento de su padre y su abuela, ambos a manos del coronavirus, en un mensaje que ha conmovido a las redes en las últimas horas. Muchos como él no solo lloran la marcha de sus seres queridos, también lamentan no haber podido intercambiar un último abrazo, unas palabras de afecto o una simple despedida antes de su marcha.
Uno de los aspectos más devastadores de la crisis del COVID-19 son las cifras de mortalidad que se manejan en todo el mundo. España, por su parte, ya cuenta con 2300 fallecidos a causa del patógeno. Pero este dato oculta una realidad cruel: la situación de cuarentena obligada de los enfermos no permite que sus allegados estén a su lado en sus últimos momentos.
Para poner fin a esta situación, la consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha querido dar un paso hacia la humanidad para que ni uno más de sus pacientes tenga que morir solo. Así lo ha anunciado la consellera Ana Barceló en su comparecencia diaria para actualizar la información de la pandemia en la comunidad.
«Estamos viendo de qué manera podemos hacer esa despedida” ha apuntado la consejera. También ha confirmado que el equipo responsable de elaborar estos protocolos es el mismo responsable de la ley valenciana de muerte digna: “Es un tema muy sensible, e igual que en la Comunitat hay una Ley de Muerte Digna, en la que se aborda ese final, también nos gustaría que el coronavirus nos permitiera despedirnos”.
Valencia se mira en el espejo de Italia, que va solo unos pasos por delante de nuestro país en las cifras. En el país transalpino se han planteado métodos para poner fin a esta indeseable situación. El Hospital San Carlo Borromeo de Milán, por ejemplo, decidió comprar una veintena de tablets para que los contagiados se despidieran de sus familiares a través de una videollamada.
Ante la imposibilidad de permitir el encuentro entre el afectado y su familia (el riesgo de contagio es altísimo, a pesar de los trajes y las medidas de protección), la consejería valenciana ya se prepara para permitir y organizar llamadas telefónicas entre familiares, según informa el Confidencial.