España ha superado los 60.000 muertos por coronavirus, según cifras oficiales. La esperanza de contener el virus pasa por las vacunas. Sanidad va a decidir hoy si se suministra o no la de AstraZeneca a los mayores de 65 años. Este antídoto tendría que dar un importante impulso a la campaña de vacunación.
El descenso de la incidencia del virus no va acompasado con el número de fallecidos. Las 565 muertes registradas ayer hacen que ya sean más de sesenta mil las personas que han perdido la vida desde el comienzo de la pandemia. Complicado va a ser detener a esa cifra cuando el 44 por ciento de las UCI siguen ocupadas por pacientes covid.
“Vienen semanas complicadas para las CCAA con la ocupación de UCI más elevada”, dijo ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Eso ocurre, por ejemplo, en los hospitales de la Comunidad Valenciana donde entre médicos las conversaciones al final del día son para saber cuántos pacientes ha perdido cada uno. “Nosotros también sufrimos con la muerte de los pacientes”, Juan Soliveres, miembro del Sindicato Médico Doctor Peset.
La vacuna es parte del remedio a ese sufrimiento diario. Entre febrero y marzo llegarán casi cuatro millones y medio de dosis de Pfizer y Moderna. El Gobierno dice que al finalizar marzo quiere tener vacunado al 80% de las personas mayores de 80 años.
También llegará este mes la vacuna de AstraZeneca que necesita un intervalo de hasta doce semanas entre dosis y no se administrará a los mayores de 80 años. Sanidad decidirá hoy si solo se utiliza para menores de 65.