El coronavirus continúa extendiéndose por el mundo dejando ya más de 103 millones de contagios y más de 2,2 millones de muertes desde que iniciase la pandemia, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. Mientras los distintos países luchan por frenar la transmisión y acelerar los procesos de vacunación, las nuevas variantes del SARS-CoV-2 se presentan como una amenaza por su extraordinario poder de contagio. La británica, la sudafricana y la brasileña son las que más preocupan, y por eso al tiempo en que se multiplican los casos de coronavirus también lo hacen las medidas adoptadas para intentar frenar su propagación.
En España, desde hoy entran en vigor las restricciones de entrada al país por vía aérea desde la República Federativa de Brasil y la República de Sudáfrica, algo que se prolongará al menos durante 14 días, hasta el 17 de febrero, “para proteger la seguridad de la ciudadanía y evitar la propagación del covid-19 y las nuevas variantes del coronavirus”. La medida, llega en sintonía con la decisión de los Veintisiete de poner aún más coto a los viajes internacionales, precisamente, para luchar contra ellas.
Mientras, en Estados Unidos los expertos alertan de su potencial: “Ese huracán covid va a llegar”, decía esta semana el reputado epidemiólogo Michael Osterholm, quien asesoró al presidente Joe Biden durante su transición al poder, el cual aboga por priorizar poner tantas primeras dosis a la población vulnerable como sea posible para evitar una oleada de contagios y muertes.
Las variantes del coronavirus, vistos los estragos causados en Reino Unido, ponen a las distintas potencias en alerta. "Sabemos que las variantes, sobre todo la sudafricana, pueden ofrecer resistencia a determinadas vacunas", contaba este martes a Informativos Telecinco la jefa de operaciones de IAVI, Ana Céspedes, quien está al frente de este proyecto para conseguir el desarrollo de vacunas y que estas lleguen a todo el mundo.
En cifras, las nuevas variantes del coronavirus ya han cogido fuerza en nuestros países vecinos: mientras en Francia aumenta su presencia a un ritmo del 50% semana a semana, en Portugal este valor se estima ya en un 70-90% semanal.
En el país galo, subrayan que el impacto está siendo “menos importante” que en otros países que no habían tomado las mismas medidas para frenarlas, como restricciones férreas en los desplazamientos internacionales, el cierre de los grandes centros comerciales o el aumento de las capacidades para secuenciar las muestras de covid, algo que los expertos consideran fundamental porque resulta clave para leer los movimientos del virus. En Portugal, en cambio, la situación es crítica y los hospitales afrontan una presión sin precedentes que ha precisado que distintos países como Austria o Alemania salgan en su ayuda.
En lo que se refiere a España, mientras ya se ha detectado un caso de la variante sudafricana en Galicia y otro en Cataluña, la británica se estima que ya podría estimar un 10%, según la última comparecencia del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien vaticina, no obstante, que será la variante predominante “entre finales de febrero y la primera quincena de marzo”, con más de un 50% de presencia entre los casos.
Mientras, la OMS insta a mantener la guardia alta frente al virus, y reflexiona cuál debería ser el sistema para asignar nombres neutrales a las mutaciones del SARS-CoV-2 que van apareciendo, para evitar que adquieran el nombre del lugar donde se identificaron inicialmente (‘británica’, ‘sudafricana’, ’brasileña’).
Entre tanto, el objetivo prioritario para luchar contra la pandemia es acelerar en la campaña de vacunación, una meta que se está viendo frustrada por el desafío de satisfacer una demanda tan altísima de dosis en todo el mundo. En España, Sanidad insiste en que “se mantiene el objetivo” de conseguir que el 70% de la población esté vacunada para este verano, pero la realidad es que por ahora son muchos los escépticos, habida cuenta de que para lograr la denominada inmunidad de rebaño se estima que se necesitarían 60 millones de dosis y, con fecha de este 3 de febrero de 2021, tan solo se han administrado 1,7 millones (1.764.778).
Como ha manifestado Carolina Darias, al frente del Ministerio, la esperanza está en que, frente a un primer trimestre en el que sabían que iba a haber numerosos problemas, en el segundo “esperan una importante llegada de dosis”. Concretamente, hasta marzo se esperan 6,7 millones más.
En esta línea, y ante el desafío de todos los países de procurar el mayor número de dosis posibles, en la Unión Europea trabajan por seguir firmando acuerdos a la espera de que la Agencia Europea del Medicamento autorice nuevas vacunas.
En este sentido, ya son varios los países, –como Alemania, Francia o España–, que han dejado claro que hay que dar la bienvenida a cualquier fármaco que sirva para combatir la pandemia siempre que reciba la autorización de la EMA, como por ejemplo la vacuna rusa de Sputnik V, ante la cual los distintos Estados miembros empiezan a abrir las puertas.
"Todas las vacunas son bienvenidas" para el objetivo de "vacunar a toda la población”, ha dicho la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, destacando que para ello ha de tener la autorización que certifique su eficacia y seguridad.
Mientras, desde la Comisión Europea, la presidenta, Ursula von der Leyen, ha instado a debería "desplegar todos los medios necesarios" para satisfacer sus necesidades de vacunas, ya sea invirtiendo más en la mejora o reutilización de las plantas existentes o en la construcción de otras nuevas.
Así, en esta línea, la EMA ha empezado este miércoles a evaluar en tiempo real los datos de la vacuna del covid-19 de la biotecnológica Novavax, la segunda inmersa en este proceso que puede conducir a una licencia de uso condicional en la Unión Europea (UE) junto a la de Janssen, de la también estadounidense Johnson&Johnson.
Con las nuevas variantes del coronavirus como principal amenaza, desde las distintas compañías que han dado luz a las vacunas se afanan en insistir que es posible combatir las mutaciones y, verdaderamente, existe eficacia contra ellas.
A este respecto, el director general de Pfizer en España, Sergio Rodríguez, ha explicado a EFE que la técnica de "ARN mensajero" con que ha sido diseñada su vacuna de la covid-19 es eficaz para adoptarse a posibles variantes. Desarrollada en colaboración con la empresa alemana Biontech, el pasado lunes se anunció que suministrará a la Unión Europea (UE) 75 millones de dosis en el segundo trimestre del año tras optimizar sus procesos de producción.
Por su parte, según Andrew Pollard, investigador de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford, la de AstraZeneca, que se espera que deje 1.810.575 dosis durante febrero, puede tener un “gran impacto” a la hora de reducir la transmisión del coronavirus. Sin embargo, en torno a ella a la polémica no cesa: Alemania y Francia, entre otros, desaconsejan su uso en personas mayores de 65 por falta de ensayos clínicos y datos de eficacia sobre este grupo de población. En España, a la espera de que este jueves se conozca la decisión sobre esta franja de edad, ya se ha decidido que no se adminsitrará a mayores de 80.
Mientras, en paralelo, la compañía británica GlaxoSmithKline y la alemana CureVac van a colaborar en el desarrollo de una nueva generación de vacunas destinadas, precisamente, a afrontar el desafío que presentan las nuevas variantes del coronavirus. El acuerdo está valorado en 150 millones de euros (182,5 millones de dólares), informaron este miércoles ambas empresas. Por el momento, la vacuna está en estos momentos en la fase 2 y 3 del ensayo clínico.