La gripe sigue constituyendo un importante problema de salud en nuestro país y en todo el mundo, debido a su mortalidad y a las complicaciones y costes económicos y sociales que origina. Según la Organización Mundial de la Salud, hasta 650.000 fallecimientos a nivel mundial se pueden atribuir anualmente a esta enfermedad y, en el caso de España, tan solo durante la temporada 2019-2020 se produjeron hasta 3.900 muertes relacionadas con ella. Además, hubo 619.000 casos confirmados en atención primaria, 27.700 hospitalizaciones y 1.800 admisiones en UCI. Todo esto supone una enorme carga de enfermedad y sobrecarga del sistema asistencial, además de costes sociales y económicos secundarios, tal y como asegura el Ministerio de Sanidad. En este contexto, ¿cómo funcionará la vacunación gripe 2021? ¿Quién se debe vacunar de la gripe de cara a los meses de otoño e invierno?
Existen tres tipos de gripe, asociados al virus influenza (tipos A y B), y sus síntomas incluyen fiebre, dolor de garganta, mucosidad nasal, tos seca, cefalea, mialgias y cansancio, por lo que a veces pueden confundirse con los del coronavirus.
El propio Ministerio de Sanidad nos recuerda que, frente a la gripe, la vacunación es una herramienta efectiva y segura para prevenir y evitar sus complicaciones, haciendo hincapié en que existe un efecto sinérgico entre el virus de la gripe y el SARS-CoV-2, multiplicando por dos el riesgo de muerte en caso de coinfección.
Este hecho influye en cuál es el foco principal de población que debe vacunarse frente a la gripe en 2021: se trata fundamentalmente a las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe, así como las personas en contacto con estos grupos de alto riesgo para prevenir la transmisión. Teniendo en cuenta este punto de partida, las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación frente a la gripe con vacuna inactivada en los siguientes cuatro grupos de población:
Otro aspecto clave que genera dudas es la frecuencia con la que debemos vacunarnos frente a la gripe. En este sentido, la vacunación anual contra a esta enfermedad es necesaria por dos motivos: de un lado, porque los virus de la gripe tienen una elevada capacidad para sufrir variaciones en sus antígenos de superficie (proteínas con especial relevancia en la capacidad infectiva del virus y frente a las que los seres humanos producimos anticuerpos que nos protegen) y, de otro, porque los anticuerpos producidos en respuesta a la vacunación frente a la gripe disminuyen con el tiempo.
Por último, este año la coincidencia temporal con la pandemia de Covid-19 hace especialmente importante la vacunación del personal de centros sanitarios y sociosanitarios y de la población vulnerable para evitar la sobrecarga del sistema sanitario. La campaña de vacunación se iniciará en el mes de octubre, si no hay problemas de suministro, y se vacunará primero a la población institucionalizada y al personal de centros sanitarios y sociosanitarios.