¿Te duele el cuello? Cómo saber si es tortícolis y cómo tratarla
La tortícolis es una afección que causa dolor y entumecimiento en el cuello, generalmente por una mala postura
La tortícolis puede aparecer por movimientos bruscos haciendo ejercicio, por cambios de temperatura o por estrés, entre las causas más comunes
Dolor de cervicales: ¿cómo podemos reducirlo y evitar que vuelva a manifestarse?
La tortícolis es una de las afecciones más comunes, dado que la causan desde movimientos físicos y posturas hasta el estrés. ¿Qué es y cómo tratarla para evitar que siga siendo una molestia?
¿Qué es la tortícolis?
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El dolor de cuello es una queja común. Cuando notamos que los músculos están rígidos, que no podemos girar bien la cabeza hacia uno de los lados, entonces es bastante probable que la molestia se deba a una tortícolis.
Los músculos cervicales se contraen de manera prolongada por un movimiento brusco o una mala postura, y esto acaba complicando el movimiento y causando dolor. Cuando el dolor se prolonga es posible que suframos incluso cefaleas, y la molestia puede extenderse a la espalda o los hombros.
Un síntoma frecuente, en caso de que tengas dudas de si se trata de una tortícolis, es una postura anormal de la cabeza, que puede inclinarse hacia un lado, o podemos notar que un hombro está más alto que el otro. Además, este síntoma suele ir acompañado de hinchazón en los músculos del cuello.
¿Qué causa la tortícolis?
La afección puede surgir desde bebés hasta adultos, dado que hay muchas causas posibles para la tortícolis.
- Motivos genéticos. Si alguno de tus progenitores sufre tortícolis o la ha sufrido, podrías heredarla.
- Puede aparecer por problemas en el sistema nervioso o los músculos. La osteoartritis y otros problemas de salud pueden causar dolor de cuello, por lo que, si el dolor se prolonga y sentimos pérdida de fuerza o entumecimiento en las extremidades, debemos pedir opinión de un médico.
- Mala postura o movimiento brusco. Son las causas más comunes, sobre todo si trabajamos sentados con la silla equivocada o si hacemos deporte habitualmente.
- Estrés y fatiga. Las emociones pueden hacer que perdamos flexibilidad o movimiento y causar molestias en el cuello y la espalda, que suelen partes del cuerpo muy castigadas por el estrés emocional.
- En algunos casos, después de realizar pruebas médicas, puede seguir sin aparecer una causa concreta para la tortícolis.
Cómo tratar la tortícolis
- Generalmente, si sufrimos tortícolis lo más aconsejable es acudir al médico, a un osteópata o a un fisioterapeuta que lo trate.
- El tratamiento variará según la causa, pero generalmente aplicando calor, y realizando masajes o tracción cervical el dolor puede aliviarse.
- Son beneficiosos también los ejercicios de estiramiento, mejor si son personalizados por un especialista.
- Cuando el dolor no cesa, pueden realizarse inyecciones en la zona concreta para aliviar la molestia.
- En casos en los que se debe a una intervención reciente o la tortícolis es más grave, el médico puede aconsejarnos usar collarín.
- En niños pequeños y bebés, la tortícolis se corrige con estiramientos y posicionamientos pasivos.