Calor o frío contra los dolores: ¿Cuándo y cómo se debe aplicar uno u otro?
El tratamiento de los dolores musculares con frío o calor depende de la lesión y de la persona
Para las contracturas típicas del sobreesfuerzo en un entrenamiento que no se inflaman, es preferible usar calor
El frío ayuda a bajar la inflamación y alivia el dolor muscular
¿Qué es mejor para el dolor, el frío o el calor Las lesiones y molestias musculares la recomendación varía en función de la zona y el tipo de lesión al que nos enfrentemos. ¿Cuándo se aconseja uno u otro y cómo debemos aplicarlos?
Las contracturas que suelen causarnos molestias en diferentes partes del cuerpo son causadas por contracciones de los músculos ya sea por sobreesfuerzo, por frío, estrés emocional, deshidratación o por la edad. Las fibras se acortan y ocasionan un menor movimiento del normal en la zona del cuerpo afectada, generalmente el cuello y la espalda.
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¿Cuándo aplicar frío para el dolor?
El frío ayuda a aliviar la sensación de dolor y reduce la inflamación justo tras un golpe o una caída que cause una contusión o un traumatismo, y ayuda cuando forzamos demasiado haciendo ejercicio, que puede dar lugar a espasmos involuntarios y causar una lesión.
Se debe aplicar durante poco tiempo, unos 15 minutos y no más de 2 horas, y no debería aplicarse sobre la piel directamente porque pueden producirse quemaduras. Tampoco es aconsejable aplicarlo sobre heridas abiertas, hemorragias o zonas infectadas, o en personas con alta sensibilidad al frío o con la piel muy sensible, así como personas con trastornos vasculares periféricos, informan expertos de Reflex en un artículo.
El calor es para las contracturas
La aplicación de calor se recomienda en dolores musculares o articulares en los que no se produzca una inflamación, en dolores articulares y en contracturas musculares, que suelen producirse por forzar demasiado entrenando, por ejemplo.
Si hay una inflamación no deberá aplicarse calor, y tampoco si se han sufrido traumatismos recientes derrame, si la zona está infectada o en personas con problemas de tensión arterial o alta sensibilidad a los cambios de temperatura corporal, ya que en estos casos el calor puede empeorarlo.
Al igual que con el frío, se recomienda aplicar el calor poco tiempo. Mejor hacerlo durante solo 15 minutos varias veces al día, con espacios de al menos 2 horas. Aplicar calor de manera constante puede ser contraproducente. Asimismo, no lo apliques directamente sobre la piel, mejor sobre una prende de ropa o usando una toalla o paño.
Si el dolor no cesa, podemos ir a un especialista, que probablemente recetará un analgésico externo o realizará un tratamiento de fisioterapia.