El confinamiento impuesto por el estado de alarma para frenar el coronavirus ha incrementado la opción del teletrabajo, la mejor posible tanto para el empleado como para la empresa, que pueden continuar su actividad sin recurrir a reducciones de la jornada o del salario. Sin embargo, también tiene sus desventajas. Más del 40% de los españoles se sienten "muy estresados" por el trabajo en remoto en estas circunstancias de emergencia sanitaria, según alerta una encuesta realizada por el IESE Business School.
Concretamente, el 43% de las mujeres y el 41% de los hombres sienten mucho estrés por las circunstancias de la cuarentena, cifras que ascienden hasta un 47% en el caso de los hombres si tienen hijos y tareas de liderazgo y que descienden al 41% en el caso de las mujeres en estas misma situación, según el estudio. Solo el 15% de los encuestados considera que tienen un apoyo alto por parte su supervisor, mientras que el 60% tiene un apoyo moderado y el 25%, un apoyo "muy bajo". La encuesta concluye que cuanto más respaldo se recibe por parte del jefe, "menos estrés, más compromiso y menos angustia por parte de los colaboradores".
El estudio también muestra que solo el 11% de los que están trabajando en casa están solos en casa, mientras que el 43% de los encuestados tiene una alta dependencia financiera del trabajo. "Esto implica que a los encuestados les preocupa perder su trabajo por la dificultad de encontrar otro de salario similar y además tendría dificultades económicas hasta el momento de encontrar otro", apunta la responsable del estudio y profesora de la escuela de negocios, Mireia las Heras.
Para combatir el estrés que puede generar el teletrabajo en estas circunstancias tan atípicas es importante no embarcarse en jornadas laborales interminables y establecer una serie de rutinas. Conviene apagar el ordenador y el móvil en un momento dado de la jornada, desconectar y dedicarle el resto de la misma a nuestra familia o a nosotros mismos.
Carla Sánchez, experta en bienestar y co-fundadora de The Holistic Concept, explicó en este artículo a Informativos Telecinco que "establecer rutinas nos puede ayudar a llevar a cabo todas nuestras tareas, personales y profesionales, dedicando un espacio de tiempo también a la práctica del bienestar”.
Para crear esas rutinas es vital establecer un horario con el tiempo que se va a dedicar a cada actividad durante la jornada, ya sea profesional o personal, facetas que no deben estar reñidas. De hecho, el tiempo que se dedica a desconectar es fundamental para poder rendir y aumentar la productividad al trabajar. Asimismo, es más que conveniente apagar el ordenador, una vez terminada la jornada laboral, para evitar mirar emails de última hora.
También se recomienda apagar el teléfono al menos dos horas antes de ir a dormir y no encenderlo hasta el día siguiente. Esto reduce la ansiedad y calma la sobresaturación de información que mantiene al cerebro demasiado ocupado. Nuestro tiempo a partir de las 20:00 horas debería emplearse en comunicarnos con nuestros familiares y amigos, cocinar, leer, ver una película o serie, en definitiva, evadirnos.