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El desgarrador testimonio protagonizado por Rocío Carrasco en la serie documental emitida por Telecinco, "Rocío: contar la verdad para seguir viva", sigue dando mucho que hablar. Y estos días algunos medios publicaban una información poniendo en duda el intento de suicidio de la protagonista, producido por una ingesta masiva de pastillas.
Estas informaciones ponían en duda que Rocío Carrasco hubiera ingerido "más de tres pastillas" pero el informe médico de urgencias de la noche de aquel episodio, que también ha sido publicado por varios medios, deja claro que la sobredosis se produjo por la ingesta de 33 pastillas. En concreto "7 comprimidos de lorazepam 5 mg, un blíster y medio de mirtazapina 15 mg (22 comprimidos) y 10 comprimidos de tranxilium". Una ingesta muy significativa que puede poner en peligro la vida de cualquier persona y que requirió un tratamiento intravenoso para tratar la intoxicación.
En todo caso, y más allá de las polémicas sobre la veracidad del testimonio, el caso ha puesto en alerta sobre lo peligros que puede acarrear la sobre ingesta de pastillas. Y es que las sobredosis por medicamentos son algo común, aunque en la mayoría de los casos, no se producen de manera intencionada o, al menos, con la intención de provocar daño. A veces abusamos de un medicamento sin darnos cuenta de que la dosis es demasiado alta y, en otras muchas ocasiones, hay descuidos o errores.
Los errores en la identificación o en la posología o la confusión entre varios medicamentos a tomar son el principal motivo de consulta al Servicio de Información Toxicológica en la población adulta, sobre todo en el caso de la tercera edad, según datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.
Los principales medicamentos que acumulan casos de sobredosis en nuestro país son los analgésicos, las benzodiacepinas y los antidepresivos. El caso del mal uso de las benzodiazepinas (medicamentos que disminuyen la excitación neuronal y que se utilizan para tratar síntomas de ansiedad, insomnio o estrés) es muy frecuente, y sobre todo se detecta en las urgencias. Las autoridades sanitarias alertan sobre el consumo excesivo de estos medicamentos, ya que ha aumentado al extenderse su uso a toda la población y rangos de edad en los últimos años.
Se ha notado un aumento del consumo de este tipo de medicamentos por la población más joven, sobre todo estudiantes en periodos de exámenes. Y se suele administrar sin demasiado control médico.
Si hemos realizado una sobre ingesta dañina de un medicamento lo mejor es acudir a urgencias o un centro de salud y comunicarlo al personal sanitario, o llamar al 112. Si no estamos seguros, hay que estar atentos a los síntomas y es difícil generalizar dado que estos dependerán del tipo de medicamento del que hemos abusado. En general estas sobre dosis, si no son excesivas, se resuelven sin necesidad de tratamientos ni ingresos hospitalarios y suele bastar con la vigilancia durante las siguientes 24 horas.
Pero, hay que estar alerta por si notamos los siguientes síntomas con carácter general: disminución del nivel de conciencia, dificultad para despertar, síncopes, palpitaciones, vómitos y otros problemas digestivos, náuseas, dolor abdominal, sensación de fatiga o cefalea intensa.
El Servicio de Intoxicaciones Toxicológicas del Instituto Nacional de Toxicología describe unas cuantas recomendaciones para evitar el riesgo de intoxicación por medicamentos, sobre todo poniendo el foco en los más mayores y en la protección a los niños: