La enfermedad de Kawasaki causa hinchazón en las paredes de las arterias medianas de todo el cuerpo. Afecta principalmente a los niños. La inflamación tiende a afectar las arterias coronarias, que suministran sangre al músculo cardíaco.
En algunas ocasiones también se denomina síndrome de los ganglios linfáticos mucocutáneos porque afecta los ganglios que se hinchan durante una infección (ganglios linfáticos), la piel y las membranas mucosas dentro de la boca, la nariz y la garganta.
La fiebre alta y la descamación de la piel son signos de la enfermedad y que podrían agravar a la misma. La enfermad. La enfermad se puede tratar y la mayoría de los niños la superan sin problemas graves.
Los signos y síntomas de la enfermedad de Kawasaki generalmente aparecen en tres fases.
Primera etapa
Los signos y síntomas de la primera fase pueden incluir:
Segunda etapa
En la segunda fase de la enfermedad, los niños pueden presentar:
Tercera etapa
En esta fase de la enfermedad, los signos y síntomas desaparecen lentamente, a menos que surjan complicaciones. Es posible que transcurran hasta ocho semanas antes de que los niveles de energía parezcan normales de nuevo.
Se debe poner en contacto con el médico cuando el niño tenga fiebre durante más de tres días. Además de la fiebre, se deben presentar los siguientes síntomas:
El tratamiento de la enfermedad de Kawasaki dentro de los 10 días posteriores a su comienzo puede reducir en gran medida las probabilidades de daño duradero.
Nadie sabe qué causa la enfermedad, pero los científicos no creen que sea contagiosa de persona a persona. Varias teorías relacionan la enfermedad con bacterias, virus u otros factores ambientales, pero ninguna ha sido probada. Ciertos genes pueden hacer que el niño contraiga la enfermedad.
La enfermedad de Kawasaki es una de las principales causas de enfermedad cardíaca adquirida en los niños. Sin embargo, con un tratamiento eficaz, solo unos pocos niños tienen daños duraderos.
Las complicaciones cardíacas incluyen las siguientes:
Cualquiera de estas complicaciones puede dañar el corazón del niño. La inflamación de las arterias coronarias puede llevar al debilitamiento y la dilatación de la pared arterial (aneurisma). Los aneurismas aumentan el riesgo de que se produzcan coágulos sanguíneos, lo que podría llevar a un ataque cardíaco o causar un sangrado interno que ponga en riesgo la vida.