La Organización Mundial de la Salud ha publicado en varias ocasiones los riesgos de la inactividad física para nuestra salud: es uno de los principales factores de muerte prematura. Por ello, es importante no caer en el sedentarismo ahora que llega el frío y que nos puede dar más pereza salir de casa o realizar alguna actividad física.
El sedentarismo es la falta de actividad física de manera diaria, es decir, realizar actividades en el día a día que no suponen el gasto de más del 10 % de la energía que se gastaría en estado de reposo. Otros estudios han señalado que el sedentarismo se alcanza cuando no se gastan más de 150 kilocalorías por día.
Algunos de las consecuencias para el estilo de vida que se derivan de una falta de actividad o sedentarismo son:
Pero lo peor para una persona sedentaria, es que esta falta de movimiento aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, lo que puede tener graves consecuencias para la salud:
Al menos una cuarta parte de la población adulta del mundo se encuentra en peligro de sufrir enfermedades cardiovasculares, por lo que lo ideal para modificar los hábitos sedentarios es crearse una rutina diaria de actividades de ejercicio físico, de manera gradual. Empezar poco a poco con pequeños ejercicios e ir aumentando la intensidad con el paso del tiempo. Es importante consultar al especialista cuando sea necesario para que nos guíe y nos marque las pautas necesarias adecuadas a nuestro propio cuerpo.
Algunas de las actividades más recomendables que se pueden realizar en el día a día sin problema son caminar a paso ligero, correr o montar en bicicleta.
Otro de los factores que destacan los expertos en este tema son los niños: es muy necesario inculcarles la importancia de realizar actividad física de manera habitual y de seguir unos hábitos de vida saludables.