En invierno, con el frío y el viento, no es aconsejable salir a la calle con el pelo mojado, no sólo para evitar un resfriado (aunque no haya evidencias científicas que respalden esta afirmación), sino porque el cabello húmedo es más vulnerable a las inclemencias del tiempo y tanto las bajas temperaturas como el viento pueden afectar negativamente a la melena.
El problema es que secarse el pelo con secador tampoco es lo más recomendable, porque el calor lo reseca pudiendo dañar la raíz y provocar la rotura de la fibra capilar.
Así que el asunto queda en un callejón sin salida: si dejar el pelo secarse al viento es malo y usar secador también lo es, con todo este lío ¿cómo hay que proceder después de lavarse el pelo? Pues, aunque te parezca misión imposible, hay trucos, consejos y productos que te van a ayudar a salir de este atolladero con más gloria que pena y que puedes poner en práctica desde ya.
Lo habitual es salir de la ducha y enrollarse el pelo con una toalla de baño normal. ERROR.
Para sacar la mayor humedad del pelo en tiempo récord, lo ideal es hacerte con una toalla de algodón, que absorben más cantidad de agua, ayudando a secar el cabello en menos tiempo y con menor fricción. Lo perfecto sería utilizar dos, pues el algodón, cuando llega a su punto de saturación no es capaz de absorber más agua, así conseguirás un secado más eficaz.
Otra opción es hacerte con una toalla de fibras ultrafinas, como las de la marca Aquis, que secan el pelo en la mitad de tiempo que una normal y, además, reducen el encrespamiento.
Para que el proceso sea perfecto, hay que quitar el exceso de agua, peinar el cabello y envolverlo en la toalla por un buen rato, no un par de minutos, para que le dé tiempo a retirar la mayor cantidad de humedad posible. Utiliza ese tiempo para realizar otras tareas: desayunar, aplicarte tus cremas diarias, maquillarte, vestirte e incluso adelanta las tereas del hogar
Aunque los aceites son perfectos para hidratar, no ayudan precisamente a que la melena se seque con facilidad y lo mismo sucede con los productos de styling que contienen alcohol. No obstante, los expertos sí recomiendan los acondicionadores después del champú, porque sus siliconas envuelven la fibra capilar, impidiendo que las gotas de agua penetren en su estructura.
Aunque en general no se recomienden ciertos productos de styling, hay otros que ayudan en la labor de secado. Si no sabías que existían, ya lo sabes y estás tardando en salir a buscarlos. Se trata de cremas para aplicar sobre el cabello húmedo que utilizan tecnología específica para acelerar el proceso de secado como ‘No blow dry NBD Rossy Cream' de Redken (para cabello grueso), que utiliza polímeros 'Quick-dry', o ‘In-Shower Styler’ de Living proof (para cabello fino), que facilitan y aceleran el proceso de secado natural del cabello.
Con esta costumbre, que más que un truco es un consejo, se consigue evitar las prisas diurnas por salir de casa con el pelo seco, dando tiempo a que se pueda secar al aire casi completamente. Si además te habitúas a utilizar champús y acondicionadores naturales, el tiempo de secado se reduce considerablemente.