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La denuncia viral de un usuario de TikTok ha generado un aluvión de comentarios en las redes sociales de otros afectados por la sarna. Varias publicaciones en redes sociales, como Tik Tok, se han hecho virales al denunciar que brotes de sarna en España en residencias, hospitales y hasta en los probadores de la ropa. ¿Qué hay de verdad en estas afirmaciones?
La sarna es una enfermedad desatendida establecida a nivel mundial con una incidencia bastante bien determinada. En los países de altos ingresos, a menudo provoca brotes que afectan a los residentes y al personal de instituciones y establecimientos de estancia prolongada, normalmente difíciles de detectar y controlar debido al difícil diagnóstico y la demora en la notificación. Un estudio del Centro Nacional de Epidemiología publicado el pasado noviembre destacaba el aumento de la sarna en España desde 2014, pero la pandemia parece haber acelerado su expansión.
El confinamiento o el colapso de los hospitales y de la Atención Primaria son factores que han podido afectar de manera directa a la transmisión de esta enfermedad. Ya sea por permanecer más tiempo en espacios cerrados o por no acudir al médico al notar los primeros síntomas, es posible que la enfermedad se haya estado propagando con un menor control y eso haya acelerado su expansión, tal como reconocen algunos expertos.
Los ancianos son el colectivo más frecuente entre los pacientes ingresados en el hospital y los casos notificados en brotes, mientras que los niños y adultos jóvenes fueron los más afectados según las bases de datos de atención primaria. La mayoría de los brotes ocurren en hogares y residencias de ancianos; sin embargo, los establecimientos con más casos por brote son cuarteles militares, establecimientos de salud y residencias de ancianos. La mayoría de los casos ocupacionales ocurrieron también en entornos de servicios sociales y de salud, siendo los trabajaes dedor la salud el grupo profesional afectado con mayor frecuencia. El informe detecta una tendencia decreciente en los ingresos por sarna de 1997 a 2014 ( -11,2%) y una tendencia creciente de 2014 a 2017 ( 23,6%).
En España se observa una tendencia creciente en los ingresos por sarna desde 2014, probablemente debido a los recortes en los servicios sociales y sanitarios además del empeoramiento de las condiciones de vida como consecuencia de la crisis económica de 2008, entre otras razones. Los principales focos de transmisión fueron los entornos sanitarios y sociales. Se deben considerar medidas que incluyen mejorar los estudios de epidemias y los registros nacionales, reforzar el diagnóstico clínico y la detección temprana de casos, mejoras en la higiene y capacitación del personal y una amplia implementación del tratamiento de la sarna (considerando la administración masiva de medicamentos en las instituciones de brotes) para reducir el impacto de la sarna entre la mayoría. colectivos vulnerables en España.
El parásito 'Sarcoptes scabiei' es el culpable de la sarna. Se trata de un ácaro minúsculo (0,4 mm., ocho patas y cuerpo redondo) que vive en la piel, que se resiste a ser descubierto y que causa esta enfermedad cutánea intensamente pruriginosa (causa picor).
Normalmente, la sarna se contrae por contacto con otra persona. A veces pasa hasta un mes sin que el individuo note picazón o inflamación, dos síntomas clave en la sarna.
Entre los síntomas de la sarna está el picazón muy intenso (en los pliegues y las grietas del cuerpo), especialmente por la noche y a veces imposible de controlar. Aparecen pápulas pequeñas, rojas o ronchas, picaduras pequeñas o granos. En fases más avanzadas, la piel presentará costras o descamaciones.
El dermatólogo realiza una exploración física minuciosa de los pies a la cabeza. Pero si tuviera alguna duda recurre al raspado (la lesión se raspa con un bisturí y se analiza el material obtenido en un microscopio) y a la prueba de la tinta (consiste en aplicar tinta azul o negra sobre el área en cuestión).
Evitar el contacto piel con piel con las personas contagiadas
No compartir toallas ni ropa
Colocar los elementos que no se puedan lavar en bolsas de plástico cerradas durante 3-4 días y los que sí se puedan a 60º.