De la miel y el limón al jengibre: remedios caseros para la tos
La tos cumple una función primordial: expulsar de nuestro cuerpo elementos extraños que nos 'sobran'
Sin embargo, puede convertirse en un gesto improductivo y dañino para nuestra garganta
Existen remedios caseros que pueden aliviar el picor y el dolor, así como reducir el gesto de toser
Toser suele tener una razón de ser, que no es otra que conseguir expulsar de nuestro organismo cualquier elemento que 'sobre' en él. Por eso existen infinidad de motivos por los que podemos experimentar este acto reflejo que tan molesto puede resultar en ocasiones. Por ejemplo, la tos seca, que no resulta productiva y que suele ser altamente irritante, puede convertirse en un impulso inútil que solo genera daños y molestias. Eos sí, los expertos recomiendan que, cuando la tos sea productiva, la utilicemos a nuestro favor: por ejemplo, en caso de resfriado o cualquier infección respiratoria, nos ayudará a descargas mucosas y a limpiar nuestro aparato respiratorio. Sea cual sea tu caso, te sentará bien tomar nota de estos remedios caseros para la tos, destinados a calmarte y a reparar el daño causado en tu garganta.
Remedios caseros para la tos: cómo reparar el daño en tu garganta
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Los remedios caseros lo tienen todo: nos permiten curarnos de forma natural, suelen resultar más económicos y reducen la necesidad de consumir productos farmacéuticos. Por eso existe un amplio número de recetas y remedios caseros para la tos que vienen reproduciéndose de generación en generación. Por supuesto, también puedes usarlos de forma complementaria a sus tratamientos farmacológicos, y no hay que olvidar que en determinados casos (por ejemplo, infecciones bacterianas) es muy importante acudir a un médico que nos recete el medicamento adecuado para atacar la causa original.
Es importante comprender, antes de dar ningún paso, cuáles son las causas de la tos, y éstas pueden ser muy variadas. Su origen puede ser alérgico, infeccioso... de forma que deberemos acabar con ella eliminando la causa subyacente y, para ello, a veces es necesario acudir a un profesional. Eso sí, sea cual sea la raíz que debemos atacar, siempre es conveniente hacer uso de ingredientes que nos alivien, sobre todo cuando la tos es seca, repetitiva... y termina irritado nuestra garganta, generando un círculo vicioso del que es complicado salir sin ayuda.
Así, productos como la miel, el limón, el jengibre, el ajo... sin duda te ayudarán a sentirte mejor de forma segura y sin efectos secundarios. Estos on algunos remedios caseros para combatir la tos:
- Miel y limón. Este jarabe natural para la tos es un clásico infalible. Lo podemos elaborar en distintas concentraciones y, si lo que quieres es que actúe lentamente en tu garganta, lo mejor será aumentar su concentración para hacerlo más denso. La combinación del efecto anti bacteriano, hidratante, calmante y regenerador de la miel, unido al poderoso limón, también anti bacteriano y potente desintoxicante, convienen esta mezcla en una apuesta segura.
- Té con miel. Se trata de otro clásico que conseguirá mantenerte hidratado (algo muy importante en caso de estar enfermo) y cuidar tu garganta en un solo gesto. No olvides que es muy importante beber mucho líquido para reducir la tos: con esta fórmula podrás hacerlo mientras combates la causa de tu enfermedad. Si lo deseas, también puedes añadir limón a esta mezcla para potenciar el efecto anti bacteriano.
- Jengibre. Las virtudes de este ingrediente son indudables, especialmente en el tratamiento de la tos seca o asmática, debido a sus propiedades antiinflamatorias. Lo más habitual es preparar una infusión con rodajas de jengibre recién cortado, a la que puedes añadir, si lo deseas, una cucharada de miel y unas gotas de limón para potenciar su efecto y mejorar su sabor. Si no te asustan los sabores intensos, prueba a preparar tu infusión de jengibre añadiendo también un par de dientes de ajo. Aunque su sabor puede resultar desagradable, el ajo lo tiene todo para mejorar tu tos: es antiinflamatorio, descongestiona, es un buen antibiótico natural, evita resfriados, mejora el asma...
- Líquidos calientes. La experiencia nos dice que consumir líquidos en general, sobre todo calientes, es muy beneficioso para calmar la tos: caldos claros, tés y demás infusiones, agua caliente, zumos de frutas... También es muy útil utilizar vapor de agua, sobre todo en caso de tos productiva, ya que reblandecerá la mucosa presente en tus vías respiratorias y ayudará a su eliminación natural. Una buena ducha caliente puede ser suficiente, pero también puedes hacer uso del vapor de forma localizada, con un bol de agua caliente y una toalla que cubra tu cabeza, para concentrar la entrada de vapor en tu nariz y tu boca. Puedes añadir aceite esenciales (eucalipto, árbol de té...) para mejorar tu respiración.
- Gárgaras de agua con sal. Este remedio resulta tan sencillo como efectivo. La sal reduce las flemas y la mucosa y, con ello, disminuye la necesidad de toser. El agua debe estar preferiblemente caliente (aunque no en exceso) para que la sal se disuelva. Basta con una cucharadita en un bol.