En total ya son 158 brotes de coronavirus. El último que hemos conocido, en Gandía, con 30 contagiados del mismo entorno familiar. En Valladolid, la junta de Castilla y León ha solicitado autorización judicial para proceder al confinamiento de un barrio con 22 vecinos infectados. Aún así lo peor sigue estando en Cataluña y Aragón.
Las relaciones más estrechas, con familiares, amigos o compañeros de trabajo están detrás de la mayor parte de los rebrotes.
Valladolid es el ejemplo más claro. Hay 22 positivos que comparten entorno familiar y laboral y han puesto en jaque a las autoridades sanitarias. Hasta tal punto que la Junta de Castilla y León ha solicitado una orden judicial para confinarlos en sus domicilios porque todos viven en el mismo barrio. Los vecinos confiesan ante los micrófonos que tienen miedo.
Los vínculos familiares y las relaciones sociales están también detrás del mayor brote activo en la Comunidad Valencia localizado en Gandía. Son 30 positivos que se han triplicado en un solo día.
En la cosa más inofensiva está el riesgo. Y si no que se lo digan a los infectados en Betanzos, Coruña, en un partido de fútbol. Hay 9 contagiados y se están realizando pruebas a todos los contactos sospechosos.
Los tests que se multiplican en el País Vasco y en Tudela, con 28 contagiados, han realizado 1.000 pruebas PCR. La buena noticia es que las últimas 200 han dado negativo. Son algunos de los más de 150 brotes que continúan activos en nuestro país.
Sin duda los rebrotes que más preocupan a las autoridades sanitarias son los de Cataluña y Aragón. Ante el temor a la transmisión comunitaria, desde ayer no se debe entrar ni salir de Zaragoza. Es una recomendación del gobierno de Aragón. No habrá sanciones pero se apela a la responsabilidad individual.
En las últimas 24 horas ha habido en Cataluña 142 nuevos casos. Lleida y seis provincias de la comarca del Segrià siguen confinados. Y, Barcelona, se preparara para dar un paso atrás aunque se descarta el confinamiento, por ahora. La Generalitat dice que ha contratado a 500 rastreadores para frenar las cadenas de contagio.
“No se puede bajar la guardia”, repite el doctor Fernando Simón. Sanidad insiste en ser prudentes.