La consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, ha anunciado que reforzarán el circuito de detección de casos de coronavirus con 500 'gestores Covid-19' para "reducir el tiempo" del proceso de identificación y aislamiento de contactos.
Lo ha explicado este jueves en rueda de prensa en la que también han participado el director de la Agència de Salut Pública de Catalunya, Xavier Llebaria, y el coordinador de la unidad de seguimiento del Covid-19 en Catalunya, Jacobo Mendioroz.
La mayoría de los 'gestores Covid-19' serán nuevas contrataciones aunque "dependerá de en qué equipo y zona actúen", la cifra inicial mínima de 500 personas será escalable en función del impacto de la pandemia y trabajarán desde la atención primaria.
Serán los encargados de la identificación de los contactos de aquellas personas que todavía no han dado positivo, pero que están bajo sospecha y pendientes del resultado de la prueba, así como de las preguntas de inicio de síntomas para tratar de trazar el origen de la infección.
De esta manera, el circuito del seguimiento de la pandemia en Catalunya estará integrado por 180 rastreadores de la red de vigilancia epidemiológica, la nueva incorporación de los 'gestores Covid-19' y las 120 personas 'scouts' encargadas del seguimiento telefónico.
Vergés ha recalcado que "las personas que están en 'callcenters' no rastrean, hacen el seguimiento de los contactos que ya están identificados y trazados", con una cifra escalable hasta las 900 personas en función del impacto de la pandemia y que actualmente siguen a cerca de 13.000 contactos con una media de 1.700 llamadas al día.
Siempre se contacta vía telefónica con la persona que ha dado positivo en coronavirus. A partir de ahí, hay que apelar a su memoria para ver por dónde se ha movido los 14 días anteriores. La mayoría colabora pero los rastreadores también se encuentran con personas que mienten, ocultan información o simplemente tienen lapsus.
La labor de rastreo la hacen especialistas en medicina preventiva. Ellos son los que se encargan de inmovilizar a los que han estado en contacto con el positivo. Hasta 25 personas si ha sido en un medio de transporte. Pese a que supone un trastorno, es la forma más efectiva de frenar los brotes.