La polio es una de esas enfermedades históricas que permanecen en nuestro imaginario colectivo y que nos suenan a cosa del pasado. Sin embargo, la realidad es otra: a pesar de que esta enfermedad infecciosa ha desaparecido en la gran mayoría de países de todo el mundo (incluida España, gracias a la inclusión de su vacuna en la lista de las vacunas básicas para niños), existen países en los que esta enfermedad, que afecta principalmente a niños menores de 5 años, sigue provocando muertes que serían fácilmente evitables si existieran los medios sanitarios necesarios. ¿Qué es la polio y cuál es el origen de esta enfermedad? ¿Qué se puede hacer para erradicarla?
La poliomielitis o polio es una enfermedad altamente infecciosa provocada por el virus poliovirus que afecta normalmente a niños menores de cinco años. Se manifiesta de forma asintomática en la mayoría de los casos, pero cuando los síntomas aparecen puede producir discapacidades severas permanentes e incluso resultar mortífera. No existe cura para esta enfermedad, pero sí un sencillo remedio: la vacunación.
La poliomielitis en España incidió de forma dramática entre 1950 y 1963, y provocó graves discapacidades físicas en alrededor de 12.000 niños, causando además alrededor de 2.000 muertes. Para las víctimas y sus familiares, estas cifras resultan aún más dolorosas si se tiene en cuenta que en aquel momento ya existía una vacuna para erradicar el virus, pero ésta no se había administrado de forma generalizada a la población y solo una parte de los españoles fueron vacunados. De hecho, existe una gran polémica en torno a los criterios del régimen franquista a la hora de realizar campañas de vacunación para ciertos grupos de población.
La vacunación masiva y gratuita llegó a España en 1964, una década después de que la vacuna fuera descubierta en Estados Unidos por Jonas Salk, y en un momento en que la enfermedad ya había causado grandes estragos en España. De hecho, la 'Asociación de Afectados de Polio y Síndrome Postpolio’ en España presentó una denuncia contra el Estado en 2005 por negligencia. Sin embargo, se archivó el caso por falta de identificación de los posibles culpables.
Actualmente la enfermedad solo existe en Afganistán, Nigeria y Pakistán, donde siguen produciéndose brotes. Tal y como asegura Rotary Internacional, organización que lucha par la erradicación de la polio en todo el mundo, “a menos que erradiquemos la polio, en un plazo de diez años podrían llegar a registrarse 200.000 casos anuales en todo el mundo". Así, aunque la enfermedad solo es endémica en tres países, "salvo que vacunemos a todos los niños, ninguno estará a salvo del virus”. Tanto en Pakistán como en Afganistán, el número de casos se ha incrementado durante 2019 con respecto a años anteriores.
La realidad es que se desconoce el origen de la polio y el camino que siguió su propagación, aunque sí se pueden documentar los primeros casos a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Los principales afectados fueron niños y niñas de grandes ciudades industriales, propagándose a través del agua, por vía oral... y teniendo especial incidencia durante el verano.
El médico inglés Michael Underwood describió por primera vez la enfermedad en 1789, y en 1840 el ortopedista alemán Jacob von Heine la individualizó clínicamente. En cuanto a las epidemias, comenzaron a producirse a finales del siglo XIX, comenzando por los países escandinavos y Estados Unidos.
En 1905, el médico sueco Ivar Wickman sugirió que la polio era una enfermedad contagiosa que se transmitía de persona a persona y que podía estar presente en personas que no mostraran síntomas; y para 1908 dos médicos vieneses, Karl Landsteiner y Erwin Popper, anunciaron que la polio era una enfermedad causada por un virus.
La lucha contra esta enfermedad llevó a la invención de aparatos como el ‘pulmón de acero’, de Philip Drinker y Louis Agassiz Shaw Jr., un respirador artificial para pacientes de polio, en 1929. No fue hasta 1955 que se confirmó la existencia de una vacuna “segura y efectiva”, deseada por el doctor Jonas Salk en Estados Unidos.
El remedio para erradicar la polio es claro: la vacunación generalizada de la población. Aunque actualmente tan solo existen tres países en los que siga produciéndose esta enfermedad, es necesaria la vacunación de todos los niños para que ésta desaparezca completamente. Por eso existen distintas asociaciones que dedican recursos a campañas de vacunación en estos países, como es el caso de 'Rotary Internacional’, que forma parte de la 'Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis’, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y los 'Centros para el Control y Prevención de Enfermedades'.
Se trata, tal y como asegura la OMS, de "la mayor alianza publicoprivada en pro de la salud, que ha logrado reducir en un 99 % el número de casos de poliomielitis".
La propia OMS recuerda que “en la actualidad solo sigue habiendo poliomielitis en las comunidades más pobres y marginadas, donde acecha a los niños más vulnerables". Así, el objetivo de la Iniciativa es hacer llegar a todos los niños la vacuna antipoliomielítica y ofrecer a las generaciones futuras un mundo sin poliomielitis.