La Generalitat ha empezado este lunes en Vilafranca del Penedés (Barcelona) y Santa Coloma de Gramanet las pruebas PCR a los vecinos y de esta forma detectar a los asintomáticos. El aumento de casos positivos en COVID-19 en "un brote complejo" ha hecho que el Gobierno catalán pase a la acción.
De esta manera, el Departamento de Salut pretende cortar la cadena de transmisión de la COVID-19, ya que las pruebas se están haciendo, de forma prioritaria, a personas de entre 19 y 40 años, asintomáticas, que hayan mantenido en los últimos días contactos sociales sin respetar la distancia, sin mascarilla, en espacios cerrados durante mucho rato o en reuniones entre amigos o aglomeraciones y siempre que no hayan estado en contacto con ningún caso positivo. Aunque la población que está llamada a realizar las pruebas es de unas 9.500 personas, el alcalde de la ciudad, Pere Regull, ha dicho que espera que, por lo menos, acudan al cribaje unas 4.000.
En Santa Coloma de Gramanet, las pruebas se realizarán a todas las personas que voluntariamente se presenten sin restricciones de edad, porque no se han determinado las franjas afectadas en los nuevos brotes de coronavirus.
Los cribajes, que comenzaron este lunes, se alargarán hasta el viernes, y desde primera hora de la mañana ya se han visto las colas de los vecinos. La consellera de Salud, Alba Vergés, que ha viajado a Vilafranca para supervisar las tareas, ha explicado que la ciudad tiene un brote complejo sin focalización clara y por eso el cribado se está haciendo de forma diferente a como se lleva a cabo en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), donde se han escogido algunos barrios concretos para las pruebas, que también se han iniciado hoy.
Vergés ha reconocido que "hay casos dispersos que nos preocupan, aunque la incidencia no es de las más altas de Cataluña" y ha recordado que las PCR son "una foto del momento, ya que en ningún caso un resultado negativo quiere decir que nos podamos relajar, sino que tenemos que seguir con todas las medidas de prevención, con la mascarilla, distancia social e higiene de manos".
La consellera ha asegurado que la fotografía de Cataluña ahora mismo "es muy buena", ya que va bajando la tasa de transmisión y se van frenando los pequeños brotes, aunque tienen constancia de una presión hospitalaria real en la zona de Lleida, donde ya está bajando la incidencia, y también siguen de cerca las cifras de Barcelona.