La realización de pruebas diagnósticas es otra de las cuestiones en las que la Comisión de Salud Pública ha modificado sus instrucciones en el nuevo protocolo covid, que ha entrado en vigor este lunes, 28 de marzo. Desde ahora, a quien presente síntomas leves de coronavirus no se le realizará una prueba diagnóstica en los centros de salud.
Ante la sospecha de la enfermedad, sólo se hará una prueba diagnóstica de infección activa (PDIA), que incluye tanto las pruebas basadas en la detección de antígenos como las pruebas basadas en la detección de ARN viral mediante una PCR o una técnica molecular, a las personas vulnerables, es decir, a los mayores de 60 años, a los individuos inmunodeprimidos y a las embarazadas.
También se realizará una prueba a quienes tengan relación con ámbitos asistenciales o sociosanitarios, a las personas cuya infección requiera ingreso hospitalario o a quienes se tenga constancia de que han estado en los últimos 14 días en una región en la que esté circulando una variante de interés o de preocupación.
Sanidad recomienda también hacer una PDIA a colectivos de población migrante de reciente llegada a nuestro país. Si tras un resultado negativo se produjese un empeoramiento del cuadro clínico se realizará una segunda PDIA, al menos con una separación de 48 horas desde la anterior.
No obstante, el protocolo añade que en el caso de pacientes con síntomas leves que sean compatibles con la enfermedad, la realización de pruebas o no dependerá de la decisión de los médicos de atención primaria.