El primer informe sobre la audición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado que una de cada cuatro personas podría sufrir problemas de audición en 2050. Algunas veces se debe a factores genéticos o complicaciones en el embarazo, sin embargo hay otras en las que una infección puede evitarse adquiriendo algunos hábitos, puesto que la higiene e incluso la alimentación influyen en la salud de nuestros oídos.
Según el informe presentado en el mes de marzo por la OMS, en la niñez casi el 60 % de los casos se deben a causas que pueden prevenirse mediante medidas como la vacunación para prevenir la rubéola y la meningitis. Si se tienen sospechas de que un niño sufre pérdida de audición, es importante consultar a un médico para evitar una hipoacusia a medio o largo plazo.
En el caso de los adultos, un hábito que ayuda a cuidar la salud auditiva es limitar la exposición al ruido. Escuchar música a más de 110 decibelios puede hacer que perdamos oído de manera precoz. "Limitar el tiempo de exposición a reproductores de música personales (incluidos los teléfonos móviles) a 40 horas semanales si el nivel de presión sonora es de 80 dB y a 5 horas semanales en caso de 89 dB" son algunas de las medidas preventivas que aconsejan desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología SEORL-CCC.
La detección temprana de infecciones previene que se desarrollen afecciones del oído. Por ello desde la SEORL-CCC recomiendan consultar en caso de inflamación, dolor, taponamiento, zumbidos o secreción de oído, ya que se trata de posibles síntomas de pérdida de audición. Asimismo, es aconsejable realizarse una revisión al menos una vez al año.
En baños públicos, piscinas e incluso en el mar o en los pantanos, el agua puede estar contaminada y dañar nuestros oídos. Además la humedad por sí sola puede provocar una infección por hongos o una otitis, por ejemplo. Utiliza tapones para prevenir si te lo aconseja un especialista, y mantén una higiene antes y después del baño en todo caso.
Los expertos de la SEORL-CCC recomiendan “limpiar solo la parte más externa del oído con una toalla o gasa. Nunca introducir objetos extraños para su limpieza ni rascado. Si se necesita una limpieza frecuente se aconseja que sea realizada por un facultativo”. De lo contrario podríamos dañar la membrana interior.
Los alimentos ricos en vitaminas son beneficiosas para nuestros oídos. Productos como la calabaza y el melón tienen un alto contenido de vitamina A; las legumbres de vitamina B; las naranjas, tomares y el brócoli de vitamina C, y los aguacates o los frutos secos de vitamina E. Otros comidas como las ciruelas, ricas en zinc, o los ajos, que fortalecen el sistema inmunológico.
Los milagros no existen, pero uno buenos hábitos, desde la higiene hasta la alimentación, previenen infecciones en nuestros oídos y benefician a nuestra salud.