El Ayuntamiento de La Bisbal d'Empordà, en Girona, ha ordenado la suspensión inmediata de dos agentes de su Policía Local que han estado implicados en una intervención en una vivienda situada en la avenida Josep Irla de la localidad catalana.
Esta decisión ha sido tomada tras considerar que la actuación de los agentes "ha sido desproporcionada, tal y como demuestran las imágenes grabadas que ya son de dominio público", según ha explicado el Ayuntamiento en un comunicado emitido.
Además, desde las autoridades de la localidad han asegurado que se abrirá el correspondiente expediente para que se puedan esclarecer los hechos ocurridos, "con la mayor celeridad posible" y que una vez sean conocidos se puedan adoptar las medidas oportunas que procedan según lo ocurrido.
Para finalizar, desde el Ayuntamiento de la Bisbal han expresado su condena a este tipo de actos: "se reitera el rechazo más absoluto a cualquier actitud violenta, racista, xenófoba, machista o autoritaria".
Poco después de que ocurrieran los hechos, en las redes sociales comenzaba a circular el vídeo de la actuación policial. En las imágenes se puede ver la actuación de los dos agentes de la Policía Local, calificada de desproporcionada por parte del propio ayuntamiento de la localidad.
Los hechos sucedieron a primera hora de la tarde del sábado, cuando los dos menores se encontraban en el portal de su domicilio y los agentes implicados les interceptaron para pedirles que se fueran a su casa, al estar saltándose el confinamiento.
En ese momento, uno de los implicados a entrado al portal sin identificarse, ante la petición de los agentes. Por ello, han tratado de retenerlos y, según ha relatado el joven, uno de los policías le ha agarrado para sacarle a la calle, y su hermano, el otro implicado, ha salido en su ayuda para evitar la detención.
En ese momento, uno de los agentes acusados le ha propinado una patada en el pecho a uno de los jóvenes implicados para proceder a su detención mientras le apuntaba con una pistola eléctrica.
Ante lo sucedido, la madre y la hermana menor de quince años han salido para intentar intermediar en la disputa, y el otro agente ha sacado su pistola y ha apuntado a la cabeza de la madre de los menores y de su hermana en varias ocasiones para retenerlas.
Finalmente, los agentes se han marchado del lugar y los dos menores implicados han acudido a dependencias policiales para reclamar los números de placa de los agentes y poder denunciarlos por una actitud desproporcionada que podría haber estado motivada por una agresión racista.