Las nuevas medidas de restricción ante el repunte del coronavirus en España estarán muy controladas. La Policía de Logroño y de Sevilla ya han tenido que intervenir en varios locales que no cumplían ni el aforo ni las nuevas limitaciones horarias. En algún caso, ha habido incluso enfrentamientos con los agentes.
Alrededor de 40 clientes que estaban de un bar en Logroño, a la hora del cierre, se negaban a abandonarlo. La Policía Nacional sancionó al dueño del local y, cuando trató de echarlo del establecimiento, se produjeron graves incidentes. Los clientes no querían saber nada de las nuevas medidas horarias, ni del resto de medidas para frenar contagios de COVID-19.
"Es por nuestro bien", comenta una vecina. "Hasta las tres de la mañana he visto que había gente fuera", comenta otra mujer. Los vecinos que protagonizaron el incidente acabaron detenidos por resistencia a la autoridad y por causar lesiones a cinco agentes.
La Policía también tuvo que intervenir en un bar de Sevilla por un encontronazo a causa del uso de la mascarilla. Los dueños, un hombre y una mujer, se negaban a ponérsela, y a identificarse ante los agentes. Fueron detenidos por propinar varios golpes a los policías y tirarles una vitrina llena de vasos de cristal, el chaleco salvó a los agentes. No todos en la hostelería incumplen, pero esta minoría de trabajadores y clientes insolidarios perjudican a los que sí acatan a rajatabla las normas sanitarias y de convivencia.