El director científico de Pfizer, Philip Dormitzer, niega que estén presionando a los gobiernos para poner la tercera dosis: "esa decisión” es de los políticos. Dormitzer, en una entrevista en el Financial Times también ha salido al paso de las informaciones que apuntan a una mayor eficacia de la vacuna contra el covid. Pfizer prefirió un suero que evitar efectos secundarios e "infecciones revolucionarias".
Philip Dormitzer, director científico de Pfizer, ha negado que la farmacéutica esté presionando a los gobiernos para que aprueben una tercera dosis de refuerzo de su vacuna contra el covid antes de que hay un respaldo de la comunidad científica.
"La decisión de aplicar la dosis de refuerzo" es de los responsables políticos y no de Pfizer, ha señalado Dormitzer quien, no obstante, ha señalado que es necesario anticiparse a posibles complicaciones derivadas de nuevas variantes de la covid. Tras la aparición de la variante Delta, ahora la Organización Mundial de la Salud ha hecho un llamamiento para tener en cuenta la cepa MU, más contagiosa incluso que la originada en India.
En EEUU, aunque las autoridades sanitarias encabezadas por el doctor Anthony Fauci descartan que la variante MU vaya a ser dominante, lo cierto es que ya está presente en todos los estados salvo Nebraska.
"Ser muy proactivo y asegurarse de que la solución esté en su lugar antes de una crisis es importante; creo que es lo correcto", ha insistido el director científico de Pfizer. El trabajo de Pfizer, ha dicho, es "crear la herramienta que se necesitará para el problema que se avecina" y que "si esperáramos hasta que se produjeran avances generalizados de enfermedades graves para avanzar en una solución, sería demasiado tarde".
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha recomendado la tercer dosis de la vacuna contra el covid de Pfizer para "personas con sistemas inmunológicos severamente debilitados" pero la ha descartado para la población general.
Siguiendo estas directrices, en España, la Comisión de Salud Pública, ha empezado a poner la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus a algunas personas inmunodeprimidas, no todas.
En concreto deber recibir el tercer pinchazo las "personas en situación de grave inmunosupresión, en las que existe un riesgo elevado de que se produzca una respuesta inmune inadecuada a la pauta convencional de vacunación". Es decir, las personas con trasplante de órgano sólido (hay unas 60.000 personas en España), los receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos (unas 2.000 personas) y las personas en tratamiento con fármacos anti-CD20.
Philip Dormitzer, en sus declaraciones al Financial Times, ha señalado que su empresa no quiso desarrollar una vacuna contra la covid más potente para evitar efectos secundarios e "infecciones revolucionarias".
Las palabras del director científico de la farmacéutica se producen a raíz de un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association que demuestra un mayor nivel de anticuerpos en la vacuna de Moderna que en la de Pfizer.
"Usamos el nivel de dosis mínimo que nos proporcionó una respuesta inmunológica en los adultos que fue mayor que la respuesta inmunitaria que vimos después de la infección natural", ha explicado Dormitzer sobre la vacuna de Pfizer.