Los aerosoles de los asintomáticos son una de las principales preocupaciones para controlar la pandemia por coronavirus. Un estudio elaborado por el Instituto Nacional de Salud de EEUU, NIH, y publicado por la prestigiosa revista Science Magazine, destaca la importancia de usar mascarilla a causa de las gotas que pueden desprender las personas contagiadas a través de la tos o estornudos, que pueden alcanzar los seis metros y circular sin límite en espacios cerrados.
La premisa se ha citado hasta la saciedad, pero este hecho tan fundamental -llevar mascarilla- hace que la redundancia quede en segundo plano, señalan los expertos. La principal investigadora del estudio, Kimberly Prather, resalta también la importancia del distanciamiento físico. El director del NIH, Francis S. Collins, compartió el estudio a través de su cuenta oficial de Twitter. La investigación levanta controversia: la OMS dice ahora que es "muy inusual" que los enfermos asintomáticos de coronavirus contagien.
"Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el distanciamiento social y el lavado de manos para reducir la propagación del SARS-CoV-2 se basan en estudios de gotitas respiratorias realizadas en la década de 1930. Cuando se realizaron estos estudios, la tecnología no existía para detectar aerosoles submicrométricos", señala el documento apoyado por el NIH.
"Las mediciones actuales permiten mostrar que la tos y los estornudos intensos impulsan gotas del coronavirus a seis metros y que pueden crear miles de aerosoles, que pueden viajar aún más lejos. Las gotas pueden transmitirse a través de estos aerosoles", añaden. El contagio a través del aire es algo ya conocido, pero el estudio asegura que no llevar mascarilla conlleva mayor exposición al virus.
Hablar en voz alta podría generar entre 1 000 y 100 000 aerosoles -que contienen viriones o partículas de virus suspendidas en el aire, por ejemplo-. "Estos aerosoles infecciosos pueden acumularse en el aire interior y sin circulación durante horas, donde pueden inhalarse más fácilmente en los pulmones", destaca el documento.
Lo poco que se sabe sobre el comportamiento de los aerosoles de coronavirus en el aire, hace aún más complicado definir una distancia segura para el distanciamiento físico, según los investigadores. Las mascarillas ajustadas adecuadamente proporcionan una barrera física crítica, reduciendo la cantidad del virus en el aliento exhalado de individuos asintomáticos.
El estudio concluye en que "es particularmente importante usar mascarilla en lugares con condiciones que pueden acumular altas concentraciones de virus, como entornos de atención médica, aviones, restaurantes u otros lugares que pueden abarrotarse". El uso de la mascarilla, implementado después del estado de alarma, será crucial hasta la llegada de una presunta vacuna.