La escala catastrófica de la pandemia de coronavirus podría haberse evitado si un 'cóctel tóxico' de vacilación y mala coordinación no hubiera obstaculizado la respuesta global, concluyó un panel de expertos.
Esta es la contundente conclusión del Panel Independiente de Preparación y Respuesta a Pandemias, formado por expertos y personalidades que examinaron durante ocho meses los fallos que hubo en la gestión de la pandemia, tanto a nivel nacional como internacional, y que divulgó este miércoles sus conlusiones.
El panel, que copresiden la exmandataria de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, y la exprimera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, encontró que hubo una responsabilidad compartida y que evitar que situaciones tan graves se repitan requerirá una gran reforma internacional en la que los países deben comprometer recursos y voluntad política.
1. La OMS debió hacer sonar la voz de alarma antes
Si la OMS hubiera hecho sonar la alarma antes y los líderes mundiales 'que niegan la ciencia' se hubieran tomado en serio la amenaza, entonces 'no estaríamos ante una pandemia acelerada, así de simple', dijo el Panel Independiente para la Preparación y Respuesta ante una Pandemia en su informe, publicado hoy. La covid ha infectado al menos a 160 millones de personas en prácticamente todos los países del mundo desde que el virus apareció por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de 2019 y mató a 3,3 millones, aunque es casi seguro que esas cifras son subestimaciones brutas. Para poner fin a la pandemia, los países ricos deben proporcionar a los más pobres del mundo al menos mil millones de vacunas Covid para septiembre y otros dos mil millones para fines de 2022, agregan los expertos.
La Administración de Donald Trump acusaba a la Organización de haber encubierto la tardanza con la que China informó de los primeros casos de coronavirus, así como de haber gestionado mal la crisis, mientras en su país negaba la gravedad del nuevo virus y despreciaba la utilización de mascarillas. Estados Unidos ha registrado 576.000 muertes por covid-19 y 32,3 millones de casos, las cifras más altas del mundo en ambas categorías. Clark consideró que las reformas y nuevas reglas que se adopten para afrontar futuras pandemias deben abordar de una forma particular las infecciones respiratorias transmisibles fácilmente de persona a persona. Sobre las medidas de prevención, reconoció que si las restricciones de viaje se hubieran impuesto más rápido y de forma más extensa, la propagación del virus se hubiese reducido.
2. Los líderes fallaron en la protección de las personas
Las instituciones 'fallaron en proteger a las personas' y los líderes que negaron la ciencia erosionaron la confianza pública en las intervenciones de salud. "Las malas decisiones estratégicas, la falta de voluntad para abordar las desigualdades y un sistema descoordinado crearon un cóctel tóxico que permitió que la pandemia se convirtiera en una crisis humana catastrófica".
3. Todas las amenazas de pandemia se obviaron y la OMS pudo decretar la alarma el 22 de enero
La amenaza de una pandemia se había pasado por alto y los países lamentablemente no estaban preparados para hacer frente a una, según el informe. El panel no perdonó a la OMS, diciendo que podría haber declarado la situación como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII), su nivel más alto de alarma, el 22 de enero de 2020. En cambio, esperó ocho días más antes de hacerlo. Sin embargo, dada la relativa inacción de los países, "aún podríamos haber terminado en el mismo lugar", dijo Clark. Solo en marzo, después de que la OMS lo describiera como una pandemia, un término que no forma parte oficialmente de su sistema de alerta, los países se pusieron en acción.
4. Los países esperaron para ver qué pasa
El sistema que el mundo tenía para afrontar pandemias es inservible y debe ser reformado para afrontar la próxima que llegue, pero los países también han sido responsables de la situación actual cuando prefirieron “esperar a ver lo que pasaba” en los primeros meses, sin tomar las medidas que hubiesen frenado el coronavirus. “El tiempo transcurrido desde la notificación de un grupo de casos de neumonía de origen desconocido a mediados de diciembre hasta la declaración de una Emergencia de Salud Pública Internacional (30 de enero de 2020) fue demasiado largo”, sostiene el panel en el informe que presentó hoy.
5. La OMS necesita más poderes
“La OMS debe tener los poderes necesarios para investigar brotes que preocupen, de forma rápida y con garantías de que tendrá acceso, y disponer de la capacidad de publicar información sin esperar a la autorización del Estado miembro”, explicó Clark en la presentación del informe. “Sensibilidades sobre soberanía no deben provocar demoras a la hora de alertar al mundo sobre la amenaza de un nuevo patógeno con potencial pandémico”, señalan los expertos.
6. Febrero fue un mes perdido
Los países también tuvieron una gran parte de responsabilidad en la descontrolada propagación del coronavirus, conforme a las conclusiones del Panel. “Febrero fue un mes perdido en el que muchos más países podrían haber adoptado medidas serias para contener la propagación del covid y prevenir una catástrofe sanitaria, social y económica”, concluyeron los expertos.
“Hubo países que subestimaron el valor de la ciencia, negaron la gravedad de la enfermedad y tardaron en responder, lo que tuvo consecuencias nefastas”, añadió la copresidenta del Panel, cuya creación se produjo en medio del recelo que Estados Unidos había instigado contra la OMS.
7. Las enfermedades viajan en avión y en burros
El Reglamento Sanitario Internacional, que regula la actuación de los países en situaciones de crisis sanitaria, desalienta las restricciones de viajes, pero la exprimera ministra Clark dijo que hay que aceptar que en la actualidad “las enfermedades viajan en avión y no en burros”.
8 Qué hacemos ahora
Las farmacéuticas deberían recibir un plazo de tres meses para que concedan permisos de fabricación de sus vacunas contra la covid-19 a otros fabricantes y, si no están acuerdo, deberían suspenderse sus derechos de propiedad intelectual. Así lo recomienda el Panel Independiente de Preparación y Respuesta a Pandemias, que examinó durante ocho meses los fallos que hubo en la gestión de la actual crisis sanitaria por encargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Panel presentó hoy su informe final, que plantea que se fije un plazo de noventa días para que se llegue a un acuerdo con los países donde se producen las vacunas y las compañías propietarias de las patentes para que los antídotos que desarrollaron puedan producirse en más lugares del mundo.
Se considera que esta es la única manera de aumentar la capacidad de producción hasta un nivel suficiente para atender la inmensa demanda de vacunas a nivel mundial y resolver el problema de su desigual distribución.
Para ello se pide que la Organización Mundial de la Salud (OMS), que coordina la gestión global de la pandemia, y la Organización Mundial del Comercio (OMC) convoquen a las farmacéuticas y a los países donde tienen sus sedes para buscar una solución negociada, frente a la cual se han mostrado reacios.
Los países ricos con intereses en el sector farmacéutico se han opuesto en la OMC a una propuesta presentada hace ya más de medio año por la India y Sudáfrica para que se suspendan temporalmente las patentes de las vacunas, a lo que se oponen también las compañías, que argumentan que esta medida atentaría contra su capacidad de innovación. El reciente anuncio del Gobierno de Estados Unidos de que es favorable a una suspensión de las patentes en esta situación de emergencia hace pensar que las negociaciones sobre esta cuestión en la OMC finalmente podrían progresar.
Las vacunas están concentradas en los países ricos, con decenas de naciones que todavía no han empezado la inmunización contra la covid-19 o lo han hecho a niveles insignificantes. La copresidenta del panel y exmandataria de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, recordó que algunos países han comprado suficientes dosis como para vacunar al doble de su población. En la presentación del informe, Jonhson pidió a todos los países que han logrado una cobertura de vacunación suficiente que donen “al menos 1.000 millones de dosis a más tardar para el 1 de septiembre” y 2.000 millones de dosis para mediados de 2022.
Los beneficiarios principales deberían ser los 92 países más pobres del mundo que no tienen recursos para comprar vacunas y que esperan recibir dosis del mecanismo COVAX, creado por la OMS para luchar contra la desigual repartición de las vacunas en el mundo.