La pandemia de coronavirus rebasa ya los 39 millones de infectados y los 1,1 millones de muertos en todo el mundo y según pasan los meses nos seguimos preguntando cuánto va a durar esta pesadilla. Para responder a esta pregunta, Nükhet Varlik, profesora de historia en la Universidad de Carolina del Sur y experta en historia de la medicina y las enfermedades, propone en un articulo publicado en 'Science Alert' no tanto mirar al futuro como echar la vista atrás al pasado. Esto es, estudiar las lecciones que nos deja la historia a través de ejemplos similares.
Predicciones anteriores como que el calor frenaría al virus o que no tardaríamos en alcanzar la inmunidad de rebaño no se han cumplido. Todo el mundo piensa en la vacuna como la gran salvación, pero lo cierto es que puede que el coronavirus nunca nos abandone y se haga endémico, como la gripe. La profesora Varlik recuerda que las bacterias, virus y parásitos que han provocado enfermedades en los últimos miles de años siguen con nosotros, porque es imposible erradicarlos totalmente. Sólo la viruela ha conseguido ser borrada gracias a las campañas de vacunación masiva puestas en marcha en los 60, 70 y 80. Pero es una excepción.
La malaria es tan antigua como la propia humanidad. Y todavía hoy es un grave problema. En 2018, se produjeron en la Tierra 228 millones de casos de malaria y más de 400.000 muertes por su causa. La tuberculosis, la lepra o el sarampión han convivido con nosotros durante milenios y aún no han sido erradicadas. Tampoco ha ocurrido con otras más recientes como el VIH, el ébola, los distintos tipos de gripes y los otros coronavirus como el SARS o el MERS. Lo cierto es que nuestro estilo de vida moderno (cambio climático, viajes globales, etcétera) contribuyen que sigamos expuestos a enfermedades infecciosas.
La profesora Varlik afirma que el mejor ejemplo histórico es la peste, enfermedad que causa la bacteria Yersina pestis, que se ha manifestado al menos tres veces en forma de pandemia en los últimos 5.000 años, que ha matado a cientos de millones de personas en todo el mundo y cuyo principal manifestación fue la Peste Negra, a mediados del siglo XIV.
La peste regresaba en oleadas cada década o menos, y lo hizo durante seis siglos. No fue hasta la revolución sanitaria del siglo XIX cuando estas oleadas fueron espaciándose hasta hacerse imperceptibles. Pero aun así, todavía hoy se producen casos (y muertes) de peste.
Por eso, la profesora Varlik afirma que la clave son los programas de vacunación. Recuerda cómo el sarampión y la polio resurgen en cuanto las vacunaciones no se producen. "La humanidad solo puede esperar que el coronavirus que produce la Covid-19 sea un patógeno tratable y erradicable, pero la historia de las pandemia nos enseña a esperar lo contrario", concluye la experta.