La Organización Mundial de la Salud vuelve a dar “un toque de atención” a Europa y llama a un “esfuerzo colectivo” para tratar de frenar la transmisión del coronavirus, disparada durante las últimas semanas. La tendencia al alza de los contagios sume en la preocupación al organismo, que apela a la “coherencia regional” y la acción coordinada ante lo que considera nuevamente una situación “muy grave”.
En esta nueva ola de la pandemia, las cifras no dejan de incrementarse y los índices de contagios, según ha expresado recientemente el director regional para Europa de la OMS, Hans Kluge, son “alarmantes”.
Solo la semana pasada en la región se superaron los 300.000 casos, mientras que en las últimas dos semanas más de la mitad de estados en Europa registró un incremento de casos de más del 10%. Incluso, en siete países se duplicaron.
Por eso, la OMS llama a actuar ya y a hacerlo de forma conjunta, recordando lo que ya se consiguió justo antes de la entrada del verano: "En primavera y a comienzos de verano pudimos observar el impacto de las estrictas medidas de restricción y vimos prosperar nuestros esfuerzos y nuestros sacrificios".
Aunque el aumento de las cifras va ligado a un aumento en la capacidad de diagnóstico de los distintos países de Europa, advierte la Organización Mundial de la Salud, los números de septiembre deberían servir a modo de “toque de atención” porque muestran, más allá del mayor testeo, “índices alarmantes de transmisión en toda la región”.
No obstante, inciden, el “mensaje esperanzador” es que todavía hay margen para actuar, habida cuenta de que la mortalidad por coronavirus ahora es inferior a la registrada en marzo.
Sin embargo, hay que actuar ya, y además hay que estar especialmente vigilantes, recuerdan, ante la llegada del otoño, con la oleada del agripe, el aumento de la mortalidad entre los mayores, la reapertura de los colegios, el inicio del año académico y las vueltas al trabajo tras las vacaciones.
Desde que el coronavirus irrumpiese en nuestras vidas, Europa ha registrado ya más de 5,9 millones de casos y más de 226.500 muertes por covid-19, y más allá de estas dolorosas cifras, apunta Hans Kluge, está también “el impacto en la salud mental, en las economías, en las vidas y en la sociedad”, el cual define como “monumental”.
Por eso, reitera, se hace un llamamiento a “la coherencia regional” y el esfuerzo conjunto de los 53 Estados miembros de la OMS en Europa.
El mensaje es claro: “Las respuestas han sido muy efectivas cuando las acciones han sido inmediatas y decididas”. Y advierten: “El virus ha sido implacable cuando han prevalecido la parcialidad y la desinformación”.
A este respecto, Kluge se ha referido expresamente a España, así como a Francia, reparando en que tras sufrir un enorme impacto de la pandemia pareció controlarse la situación, y sin embargo ahora vuelve a haber un incremento notable.
Según explica, ese descenso no se produjo por causas naturales de la evolución del virus, sino por las medidas estrictas aplicadas en materia de salud pública. Si se resta esa presión, subraya, es lógico ver un incremento de contagios.
Por eso, la OMS llama a la acción rápida e inmediata aplicando lo que ya se sabe que “funciona” mientras se sigue trabajando en el campo del conocimiento científico para buscar una solución eficaz y segura.
Por último, Kluge se ha referido a una cuestión de actualidad en la que ya trabajan los distintos países de Europa, incluyendo España, como ha avanzado este jueves la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón: “el acortamiento de las cuarentenas”.
La OMS apuesta por un debate “coherente y coordinado” entre los Estados miembros para encontrar “opciones seguras” para reducir los tiempos, pero siempre dejando ver el “inmenso impacto individual y social que puede tener una leve reducción” de ese periodo de cuarentena.
"El concepto de la cuarentena debe ser protegido, continuamente adaptado, clarificado y bien comunicado, sin ambigüedades", advierte Kluge, quien ha manifestado que este tiempo de aislamiento es precisamente “una piedra angular” en la lucha contra la pandemia. En este sentido, ha apuntado, los cálculos más “conservadores”, estiman un periodo de 14 días, que incluye entre 3 y 5 días previos y los 5 días posteriores a la aparición de síntomas. Sin embargo, se estudia rebajarlo entre los 10 y 7 días, algo que podría ayudar a que sea más fácil de cumplir la cuarentena; cuestión fundamental en la lucha contra el virus.