El doctor Karan Rajan, un cirujano británico popular por compartir sus conocimientos médicos en redes sociales, ha explicado por qué no deberíamos dormir con nuestra pareja. Su teoría es que la mayoría de las personas simplemente no son compatibles cuando se trata de dormir juntas. Y su consejo es "dormir divorciados" para evitar el insomnio y tener un sueño de buena calidad.
En el vídeo, que ha sido visto más de 700.000 veces, advierte: "Siempre debes dormir solo. Si la otra persona se mueve mientras duerme, o ronca, eso evitará que usted entre en las etapas profundas del sueño que su cuerpo necesita para recargarse, lo que afectará la calidad del sueño".
A su juicio, "no todo el mundo comparte los mismos ciclos de sueño" por lo que "obligar a dos personas a compartir la misma hora de dormir dejará a una de ellas o a las dos con privación crónica de sueño". Peor aún, asegura que compartir la cama, y el edredón, con la pareja acalora y molesta, especialmente en verano.
"Uno de los factores desencadenantes que se necesita para conciliar el sueño es una caída en la temperatura corporal central", continúa. "Compartir la cama con alguien aumenta el calor corporal, por lo que te llevará más tiempo conciliar el sueño", concluye.
El video ha recibido más de 96.000 "me gusta" y los fanáticos se apresuraron a compartir sus propias experiencias de noches de insomnio. Una persona dijo: "Mi esposo duerme en su propia habitación jajaja, ronca y le gusta la habitación cálida. Me encanta la habitación fría y tranquila. Casado 25 años". "Los abrazos valen la pena la falta de sueño", comentó otro usuario.
El Dr. Karan les había explicado anteriormente a sus seguidores cómo funcionan los ciclos de sueño y cómo calcular la hora perfecta de acostarse para sentirse renovado. Los adultos necesitan entre siete y nueve horas de sueño, y los niños entre nueve y 14 horas de sueño.
Probablemente no estés durmiendo lo suficiente si estás constantemente cansado durante el día. Para ello, se recomienda evitar el alcohol y la cafeína al menos seis horas antes de acostarse, y no comer una comida abundante antes de irse a dormir. Hacer ejercicio más temprano en el día y tomarse una hora para relajarse antes de intentar dormir también puede ayudar.