Aumentan las restricciones a la movilidad en toda España. Los últimos en sumarse son Palencia, León y San Andrés de Rabanedo. A partir de esta noche, a las 12, tampoco podrán salir ni entrar de su pueblo, salvo para trabajar o ir al médico en Ourense y Bardabás.
Los 233.000 vecinos de las ciudades de Palencia y León y del municipio de San Andrés de Rabanedo, en el alfoz de la capital leonesa, se encuentran desde este miércoles y al menos hasta el 20 de octubre confinados perimetralmente y bajo unas medidas restrictivas que han aceptado con resignación y que tienen su parte más visible en los importantes controles policiales que se han desplegado.
Palencia -78.000 habitantes- llevaba casi dos semanas con restricciones en los aforos sociales, culturales y de hostelería que no han doblegado la curva de contagios ni la incidencia, con 536,71 casos por 100.000 en 14 días, entre un 14 y un 18% de positividad en las pruebas PCR y casi un 80% de ocupación de la UCI del Hospital Río Carrión. Agentes de la Policía Local y Nacional y de la Guardia Civil han desplegado un importante dispositivo de control en todas las entradas y salidas de la ciudad de Palencia.
Desde primeras horas de la mañana los agentes policiales se han coordinado para realizar controles aleatorios, de aproximadamente una media hora de duración, en todas las entradas y salidas de la ciudad, donde principalmente han informado a los conductores de las medidas que tendrán que cumplir durante los próximos catorce días. Una labor que, en este primer día de entrada en vigor del confinamiento perimetral de la ciudad, se ha limitado a ofrecer información a los conductores, que en su mayoría portaban los documentos que justificaban el desplazamiento, aunque también se han encontrado con algún que otro despistado que no sabía que está prohibido el acceso a la ciudad sin justificar.
También se han montado dispositivos en las entradas y salidas de los colegios y de los institutos, y en los recreos de estos últimos, para informar de la obligatoriedad de usar la mascarilla y de estar en grupos de seis personas como máximo. De lo que sí han advertido las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía Local es que se van agilizar los expedientes sancionadores con el fin de que surtan los efectos preventivos que eviten las prácticas irresponsables y que las multas por incumplimiento podrían oscilar entre los 600 y los 600.000 euros.
En cuanto a León, -148.000 habitantes- cuyos datos ya preocupaban la semana pasada, tiene una tasa de 510,45 casos por 100.000 habitantes, mientras que en la próxima localidad de San Andrés del Rabanedo -31.000 habitantes- la tasa es de 560 en los últimos 14 días.
Durante las primeras horas del confinamiento, León ha presentado una actividad similar a la de las últimas semanas, con colas en el Ayuntamiento para hacer algún tipo de trámite, principalmente el de empadronamiento, o con los comercios y establecimientos de hostelería abiertos pero con nuevas restricciones. La Policía Local ha realizado controles de movilidad por la ciudad y ha contado con el apoyo de 70 agentes de la Policía Nacional y otros tantos de la Guardia Civil sin que se hayan registrado ningún tipo de incidencia ya que todos los desplazamientos estaban justificados.
El alcalde de León, el socialista José Antonio Díez, ha advertido de que se sancionarán desde el primer día los incumplimientos porque las administraciones tienen la responsabilidad del cumplimiento de las normas por el bien común. A primera hora de la mañana, un jubilado que cada día desayuna en la misma cafetería del centro de la ciudad, ha dudado sobre la efectividad de las medidas: "Si con las medidas vigentes hasta ayer no hemos mejorado, no creo que con las nuevas vayan a cambiar muchos las cosas", ha explicado. El propietario de un emblemático local del Barrio Húmedo lamentaba que "las dos horas en que se adelanta el cierre posiblemente no incidirán en los contagios, pero supondrá que las pocas cenas que se estaban dando desaparecerán si los clientes tienen que esta fuera antes de la once de la noche". "Va a significar más ruina para negocios que llevan ya muchos meses al límite de sus posibilidades y veremos cuántos aguantan", ha añadido antes de sentenciar que el nuevo confinamiento representa "una muerte lenta para el sector".
Los otros pueblos de Castilla y León que siguen confinados este miércoles son seis: Medina del Campo, El Carpio, Íscar y Pedrajas de San Esteban (Valladolid), Miranda de Ebro (Burgos), y Sotoserrano (Salamanca).
En Andalucía, Almodóvar del Río y Linares también estrenan aislamiento. Estamos muy mal, admite un vecino. Otro sentencia: “Yo creo que la medida llega tarde”. Ellos anteponen la salud a una economía, que tienen claro que se resentirá.
La localidad de Linares (Jaén), la que más tasa de paro tiene de España (30,6 %), vive su primer día de confinamiento, después de que la Junta de Andalucía decidiera ayer cerrar la ciudad, ante el alto índice de contagios por coronavirus, unas medidas que esperan que duren 10 días.
Unas horas después de la entrada en vigor de las medidas se ha celebrado la Junta de Seguridad Ciudadana convocada por el Ayuntamiento de Linares en la que se han abordado las medidas extraordinarias aprobadas y para coordinar tanto a los cuerpos y fuerzas de seguridad, así como los recursos y dispositivos de las administraciones nacional, autonómica y local.
Tanto el alcalde de Linares, Raúl Caro-Accino, como la delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Maribel Lozano Moral han explicado que las medidas extraordinarias durarán 10 días. Asimismo, han señalado que la restricción de movilidad y el resto de medidas se han adoptado desde el análisis del Comité de Alertas Sanitarias de Alto Impacto, después de estudiar una veintena de indicadores técnicos.
La representante de la Junta ha insistido en que es necesaria "la implicación y el compromiso de cada linarense para que la curva de contagios disminuya" y ha pedido que actúen todos como si fueran portadores del virus. La Junta de Seguridad también ha acordado la creación de una comisión técnica policial, donde tendrá representación la Guardia Civil, la Policía Nacional, la Policía Local y la Unidad Adscrita del Cuerpo Nacional de Policía a la Junta de Andalucía, que coordinarán las actuaciones y las patrullas de vigilancia. Las restricciones se han impuesto tras realizarse la semana pasada un total de 1.901 análisis aleatorios, de los cuales 25 dieron un resultado positivo.
Solo durante el fin de semana se registraron en la ciudad 124 positivos, ayer, según los datos facilitados hoy por la Junta se han confirmado 18 casos más. Desde el inicio de la pandemia se han registrado un total de 1.158 contagiados, de los cuales 380 se han curado y 33 personas fallecieron.
Durante las últimas semanas el Ayuntamiento ya había adoptado medidas extraordinarias, actualizadas ayer, y el 14 de septiembre la Junta de Andalucía cerró, por un caso positivo, el museo y el yacimiento arqueológico de Cástulo, y cuatro días después el Ayuntamiento de Linares cerraba las instalaciones de la Biblioteca Pública Municipal, para su desinfección, tras otro positivo de un trabajador del centro.
Este cierre se une a la difícil situación que vive la ciudad jiennense, segunda ciudad más importante de la provincia por el número de habitantes, y que encabeza la lista de las ciudades con mayor tasa de paro, con 30,09 % de su población, según el estudio "Indicadores Urbanos de 2020" del (INE), y que ha llegado a alcanzar el 44,5 % de paro en 2017.
Además, en un informe realizado por CCOO Jaén en 2019 se alertaba de que la ciudad está perdiendo población por encima de la media provincial (4,4 %), de hecho, en los últimos 12 años ha pedido más del 6 % de su población, un total de 3.926 habitantes, pasando de los 61.340 habitantes de 2008, a 57.414 en 2020. Todo ello debido a las grandes dificultades a la hora de encontrar empleo, la alta tasa de paro que ha soportado desde hace años y la precariedad laboral, que han sumado para que además baje la tasa de natalidad ahondando aún más, en el envejecimiento. Lejos queda la ciudad que hasta hace unos años fue centro industrial de la provincia, y muy conocida en Europa en el siglo XIX por sus minas y en el siglo XX por Santana Motor (la que fuera mayor factoría automovilística de Andalucía), que cerró en 2011 con la firma del Plan Linares Futuro. Aunque con en el Plan Linares Futuro se prometía la llegada de nuevas empresas la recolocación y creación de puestos de trabajo, la realidad es que Linares no ha conseguido mejorar sus indicadores económicos y sociales.
Los ayuntamientos de Ourense y Barbadás están de nuevo confinados ante el aumento de contagios de la covid-19, de manera que la movilidad queda restringida y solamente se autorizan los desplazamientos por motivos laborales, educativos o de salud. Esta decisión, avalada por el comité clínico de expertos que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia y que se ha reunido este martes, se produce después de que Ourense haya registrado 88 nuevos contagios por el pequeño agente infeccioso causante de la pandemia en las últimas 24 horas, la tasa más alta de toda la Comunidad.
El comité clínico, al comprobar en las últimas jornadas cómo se alcanzaba o rozaba el centenar de infecciones diarias, ha tomado tal decisión, de la que la Xunta informa en un comunicado, tras el encuentro de esta tarde en el que se ha analizado la situación epidemiológica en Galicia.
Entre las nuevas medidas adoptadas para contener la alta propagación, se ha acordado la prohibición de las reuniones de personas no convivientes en los ayuntamientos de Barbadás, Verín, O Barco de Valdeorras, así como en la comarca de O Carballiño, al igual que se había hecho en Ourense.
En la nota enviada a la prensa, la Consellería de Sanidad confirma por tanto que "queda restringida la movilidad" en los ayuntamientos de Ourense y Barbadás, municipio este último limítrofe con la capital provincial y al que se habían desplazado numerosos orensanos este fin de semana tras las restricciones que ya pesaban sobre su ciudad de residencia, donde no podían juntarse más de seis personas no convivientes. Así las cosas, en este momento Ourense y Barbadás pasan a nivel tres y, como estipulan las nuevas instrucciones, "estará prohibido que bares y cafeterías puedan servir en el interior" de tal forma que sólo podrá haber grupos máximos de cinco personas en terrazas.
Los restaurantes sí pueden servir en el interior pero a un máximo de cinco personas por mesa. Los ayuntamientos de O Carballiño, Ourense, Ribeiro, Allariz, Verín y O Barco pasan a su vez a nivel dos, por lo que quedan restringidos los aforos, que pasarán a ser del 50 por ciento en establecimientos comerciales, restauración y hostelería -donde además estará prohibido el consumo en barra-.
Lo mismo para bibliotecas, academias, autoescuelas y centros privados de educación no reglada. También se establece la limitación del número de personas permitido en las reuniones tanto privadas como en la vía pública. El máximo autorizado es de diez personas, junto con la reducción de los aforos en celebraciones, velatorios y lugares de culto.
Todas estas medidas entrarán en vigor a partir de la madrugada del jueves y tienen como finalidad, indica el Gobierno gallego, "poder actuar de forma más selectiva y con mayor rapidez ante la aparición de casos en una zona concreta" pudiendo restringirse y regularse determinadas actividades no sólo por áreas sanitarias.
Los vecinos de Ourense se mostraban ya anoche sorprendidos por la decisión de aislar la localidad debido a los contagios de covid. Lo mismo han decidido hacer las autoridades sanitarias gallegas con Barbadás. “No puedo salir de la ciudad?... Pues entonces estamos apañados”, nos decía resignado un vecino. Otro, en cambio, lo tenía claro: “Se veía venir”. “No es normal que confinen Barbadás y Ourense y luego la gente vaya a clase, se relacione...”, decía otro vecino. Galicia ha sido la última región en sumarse al mapa de restricciones, que inauguró Madrid pero ya afecta a 37 localidades y casi seis millones de personas aisladas.