Los países liderados por mujeres están gestionando mejor la crisis del coronavirus

  • Forbes elogia la franqueza de las mandatarias frente a la rigidez de los dirigentes

  • Sanna Marin, de Finlandia, es la jefa de estado más joven del mundo

  • Muchos países liderados por mujeres han conseguido frenar al virus

Los países liderados por mujeres están gestionando mejores la crisis del coronavirus. Nueva Zelanda, Alemania, Taiwan, hasta siete países son ejemplo de eficacia en esta lucha. Lo destaca la revista Forbes, que elogia la franqueza de las mandatarias frente a la rigidez de dirigentes como Trump o Bolsonaro.

Según esta revista, las mujeres líderes están gestionando mejor sus países, y pone hasta siete ejemplos de ello. La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, es una de las alabadas en la publicación, que asegura que su papel ha sido vital en el país, con la aprobación en enero de hasta 124 medidas que evitaron la propagación del virus, entre ellas el rastreo de los móviles o los controles de temperatura en muchos accesos.

El resultado de estas políticas: 422 casos y solo 6 fallecidos. Su buena gestión ha permitido que el país se esté dedicando a ayudar a otros países con el envío masivo de mascarillas. El resultado: 422 casos y solo 6 fallecidos.

La ya conocida Ángela Merkel también se gana un hueco en la lista de esta revista. La canciller alemana lanzó un mensaje muy realista a sus ciudadanos: hasta el 70% de la población podría llegar a contagiarse. Una franqueza que concienció a la población.

Esa claridad fue combinada con la realización de test masivos, que se empezaron a hacer desde el principio de la pandemia, con más de 350.000 pruebas a la semana, y que ha logrado que el país frene al virus, convirtiéndose en la potencia mundial con más personas curadas de todo el mundo.

El caso de Nueva Zelanda y la gestión de su primera ministra, Jacinda Ardern, también ha sido destacado por Forbes. El país se aisló completamente cuando solo había 6 casos registrados en todo el país, y poco después prohibieron la llegada de extranjeros.

Estas medidas lograron que en abril, hasta el momento, en el país solo se registraran cuatro muertes, mientras la primera ministra sigue apostando por la cuarentena para todos los ciudadanos que regresen al país, en lugares habilitados para ello.

Erna Solberg, la primera ministra de Noruega, fue la primera en lanzar un mensaje televisado a los menores para tratar de resolver todas las dudas que los niños tuvieran sobre la pandemia.Gracias a sus medidas, el país ha frenado la propagación, con 6.605 casos y 134 muertes.

Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia, se convirtió en la jefa de estado más joven del mundo, y aprovechó su juventud con medidas innovadoras para hacer frente a la pandemia, como usar a influencers que difundieran la información, para que llegara así a toda la población.

En Islandia, la primera ministra Katrín Jakobsdóttir, impuso la realización de tests masivos a todos sus ciudadanos de manera totalmente gratuita, algo insólito para el resto de países. Su sistema de seguimiento exhaustivo de los casos ha permitido que el país no tenga que tomar medidas de restricción como el cierre de colegios ni la cuarentena.

Mette Frederiksen, la líder de Dinamarca, decidió cerrar las fronteras del país desde el día 13 de marzo, días antes de que lo hicieran muchos otros vecinos europeos como Francia. Además, la actitud de la población, que comenzó a autoconfinarse a pesar de que no había ninguna medida impuesta, ha permitido que ahora el país se encuentre en una fase de desconfinamiento, con los niños ya en las escuelas.

Los expertos ven factores más relevantes que el hecho de ser mujer

Según dos expertos politólogos, Pablo Simón y Pilar Llácer, sin embargo, el género no es un factor determinante en la gestión que estos países han hecho en su lucha contra la pandemia. Ambos coinciden en que hay otros muchos aspectos a tener en cuenta, que dan una visión más global y práctica de cómo puede enfrentarse un gobierno a la crisis del COVID-19 de manera efectiva.

“El principal factor es, como bien se sabe, la inversión que cada país haya hecho previamente en la sanidad y la educación públicas. La empatía, la prudencia y la buena comunicación son otros aspectos necesarios a la hora de dirigir a la población en un momento tan complicado, pero no son cualidades distintas en un hombre o en una mujer, pues Portugal está liderado por un hombre y ha hecho una gestión tan buena y precisa como los de estas siete mujeres”, aclara la profesora e investigadora del futuro del trabajo.

Su compañero, Pablo Simón, es aún más tajante: “No hay evidencias significativas de que su gestión haya sido más efectiva por su condición de mujeres, si lo comparamos con el de los hombres. No hay estadística que lo confirme, pero sí otras variables que pueden haber influido, como ser países desarrollados industrializados o ser países del sudeste asiático que han tenido experiencias con pandemias y han reaccionado a tiempo. Por lo tanto, estos factores tienen mucha más capacidad explicativa que la diferencia de género del gobernante que haya estado al frente", concluye.