El brote de coronavirus detectado en la comarca de A Mariña se registró tras "una reunión familiar hace unos días" en Xove (Lugo), según ha informado el alcalde de la localidad, José Demetrio Salgueiro, que ha precisado que solo una de las ocho personas que dieron positivo es de este municipio. Galicia ha reportado otros tres casos más (2 en Ribadeo y 1 en Burela), por lo que suma un total de 11 nuevos casos este jueves, y se desconoce si hay relación entre los focos.
En el caso de Xove, en concreto, se trata de una persona de unos 60 años, que se encuentra en cuarentena en su domicilio. El resto son familiares que residen en otros municipios próximos de esta comarca, según ha señalado Salgueiro. "Son un padre, las hijas y los yernos, de diferentes edades", ha expuesto el regidor, que ha subrayado que "casi todos" están asintomáticos" en línea con lo manifestado por la Consellería de Sanidade.
Las versiones difieren. Entre los vecinos algunos dicen que todo se produjo por celebrar un reencuentro familiar a lo grande: abuela, padres, hijos y nietos, pero la familia dice que no fueron 11 personas.
"He hablado con la señora que vive en la casa en cuestión. Es cliente habitual de mi comercio. No saben de dónde viene el foco, pero están bien. Tienen una señora mayor en casa, pero tampoco tiene síntomas. Todos están muy tranquilos. Hace un rato la llamé por si necesitaban algo, para ayudar. Pero no hay alarma", señala a Informativos Telecinco una vecina de la localidad de Xove.
"Según me ha comentado ella, no hubo una reunión multitudinaria. Algunos casos se los están asociando sin que sean de ellos. La gente de Ribadeo afectada ha dicho que no tienen nada que ver con estos casos. Vinieron las hijas a verla a casa, que son de Foz y de Vivero. Como si yo voy a ver a mi madre. Son gente amable, muy discreta y muy cuidadosa, han utilizado siempre gel desinfectante y mascarilla, no saben cómo se han podido infectar. Pero tampoco sabe la Xunta", añade la mujer, que conoce desde hace tiempo a la afectada, asegura.
"Se habla de todo. La gente está mucho más nerviosa. Con más cuidado. Es una familia conocida por el pueblo, aquí todos nos conocemos. Son gente adulta, jóvenes de unos 30 años para arriba, no hay adolescentes. En el pueblo somos algo más de 3 000 personas. Por ejemplo, solo hay una panadería, al final todos sabemos qué pasa. Pero hay conciencia del peligro del coronavirus, la gente usa gel desinfectante, mantiene la distancia... además estamos bien dotados a nivel sanitario. Tampoco he visto movimiento de ambulancias", comenta otra vecina.
Los epidemiólogos han rastreado hasta este momento a unas cuarenta personas relacionadas con este brote y siguen investigando sus posibles contactos, dado que todavía no ha dado con el origen de la infección. De hecho, aunque sospechan de quién pudo ser la primera persona contagiada que transmitió la infección, de momento aún no se sabe cómo pudo haber contraído el coronavirus. De momento no hay constancia de que hiciese viajes recientes, por lo que no se descarta que se trate de una situación de transmisión comunitaria.
El caso de Burela, localidad de más de 9 500 habitantes ubicada a algo más de 14 kilómetros de Xove, también ha causado revuelo entre los vecinos. "Hay miedo, pero sobre todo respeto. Llevábamos cerca de un mes sin casos en esta zona, por lo que el caso debe ser importado, ya sea de fuera de Galicia como de otra provincia de la misma", señala a Informativos Telecinco un médico del hospital de Burela.
"Antes o después iba a ocurrir. No se puede vivir confinados, pero creo que la gente se confió demasiado al no haber ya casos en esta zona, y pasaron muchas cosas por alto que sí debíamos seguir cumpliendo. No dar un abrazo a tu madre duele, pero sabes que no debes hacerlo si no quieres riesgos, y poco a poco te acostumbras a ello, aunque sea tan complicado como el primer día. Al igual que a la hora de quedar con amigos es raro mantener la distancia, pero hay que hacerlo, y no decir "total, no pasa nada"", opina una enfermera del centro hospitalario.
Sea como fuere estamos ante otro ejemplo más de que hay que seguir alerta porque el virus acecha en cualquier sitio. Y crece la precaución con las celebraciones tipo Nochevieja. Las ganas de volverse a ver y de compartir habrá que frenarlas porque las reuniones multitudinarias y descontroladas solo traen contagios. Si quieren disfrutar de una comilona segura en familia no pueden olvidarse de las mascarillas, mantener las distancias entre los núcleos de convivientes y mejor al aire libre que encerrados. Ahora que ya estamos tan cerca, que el virus no vuelva a alejarnos.