En el peor momento de la pandemia faltaba material, los mercados internacionales estaban completamente saturados y apenas se producían mascarillas en nuestro país. Eran tanto o más necesarias que ahora y la gente se las fabricaba incluso en su casa con papel o tela. Una empresa vasca llegó a un acuerdo con el Gobierno para traerse varias máquinas desde china y producir 10 millones de unidades al mes. Hemos estado en esa fábrica de Markina, en Vizcaya, donde a día de hoy se sigue trabajando a pleno rendimiento.
Fue a mediados de abril cuando Carlos Arsuaga, director general de Bexen Medical, y Luis Mari Imaz, director general de Mondragon Assembly, rescibieron un importante encargo de la directora de la Agencia Española del Medicamento: producir, en el menor tiempo posible, la mayor cantidad de mascarillas quirúrgicas posibles.
Del interior de la sala blanca de esta fábrica y, bajo estrictas medidas de seguridad e higiene, salen los 10 millones de mascarillas al mes. Sin embargo su objetivo es llegar a 20 millones.“Somos el fabricante con mayor capacidad productiva del estado”, afirma Arsuaga.
Tres máquinas, importadas de China, trabajan 24 horas al día durante los 7 días de la semana para fabricar las mascarillas. Una inversión importante que redunda además en la generación de empleo, una veintena de puestos de trabajo.
Las mascarillas que se fabrican son las del tipo 2R que se distribuyen por todo el país a hospitales, centros sanitarios empresas y a la población en general. Tienen 3 capas y son las de mayor protección dentro de las quirúrgicas.
En Sibol, otra fábrica, también vasca, se encargan de elaborar las mascarillas de máxima protección, específicas para el personal sanitario, 500 a la hora y 300.000 al mes. Trabajando mañana, tarde y noche han triplicado la producción, pero esperan poder incrementarla. “A partir de octubre podemos calcular que vamos a fabricar como 10 millones o 12 millones al año” estima Iñaki Muñoyerro, gerente de Sibol. Precisamente sólo en centros sanitarios y residencias de nuestro país se utilizan en una semana esos 12 millones.
Abastecer el mercado nacional es fundamental para no tener que recurrir al exterior y para que no falte suministro en caso de rebrote. Valencia, además, ha hecho acopio por sí acaso. En un recinto guarda cajas y cajas de guantes, mascarillas, respiradores... 173 millones de material. Suficiente, al menos, para los próximos 6 meses.