Miguel Ángel de 53 años acude a su cita en el 12 de octubre. Le espera Joaquín Martínez, su doctor, o uno de los magos que le ha devuelto la vida. Con un simple pinchazo que parece mágico está haciendo frente a un mieloma múltiple, algo que a todas luces parecía misión imposible. Hace dos meses a Miguel le costaba levantarse de la cama. Pero no es magia, es un ensayo clínico fruto de una ardua investigación en la que una proteína es capaz de cercar al tumor y destruirlo.
La lucha contra el cáncer de Miguel Ángel Montero comenzó tras el diagnóstico de un mieloma, pero este verano cuando tuvo una recaída y se infectó de Covid19 mientras recibía tratamiento de quimioterapia, se complicó aún más retrasando su tratamiento: “Mejor no recordar esos días que fueron muy difíciles. Tras superar el Covid y conseguir que mis niveles se estabilizarán, mi médico me recomendó entrar en un ensayo de la Unidad CRIS de Tumores Hematológicos del Hospital 12 de Octubre con el doctor Joaquín Martínez. No lo dudé y aquí estoy con uno de los tratamientos más fáciles que he tenido, es un simple pinchazo. Es increíble, yo no daba un duro por mi vida y ahora me doy largos paseos”, y añade: “Animo a todos a apoyar la investigación, gracias a CRIS contra el cáncer existe el ensayo en el que participo, todo el tiempo ganado con la investigación es vida para todos”.
En este sentido, el doctor Joaquín Martínez, jefe de Servicio de Hematoncológica y Jefe Unidad CRIS de Tumores Hematológicos en el Hospital 12 de Octubre, explica que el tratamiento que Miguel está recibiendo es inmunoterapia avanzada dentro de un ensayo de fase I para el tratamiento de enfermos de mieloma múltiple refractarios a tratamientos habituales. La media de supervivencia de estos enfermos está entre 5 y 8 meses.
“Se trata de un tratamiento llamado anticuerpo biespecífico anti-BCMA, un tipo de inmunoterapia de nueva generación: une los linfocitos T que nos defienden de los tumores con el tumor para que este sea eliminado. Es un tratamiento subcutáneo”, y añade: “Este nuevo ensayo lo abrimos el verano de 2020, en parte con la financiación de CRIS contra el cáncer, en el que están participando 7 pacientes. Tenemos prometedores resultados, ya que 7 de ellos están respondiendo eficazmente al tratamiento. Lo importante no es solo que sea eficaz, sino también cómodo para el paciente y sin toxicidad”.
Desde hace 10 años, CRIS contra el cáncer financia la Unidad CRIS de Tumores Hematológicos del Hospital Universitario 12 de Octubre, dirigida por Joaquín Martínez. Hasta 2020, CRIS ha invertido más de 3,4 millones de euros en ella, y se renovará su acuerdo por 3 años más. Siempre a la vanguardia en investigación, esta unidad ha desarrollado diferentes líneas de investigación en cáncer de sangre (sobre todo Leucemias, Linfomas y Mielomas), ha puesto en marcha más de 250 ensayos clínicos, en los que se ha tratado a más de 660 pacientes y ha participado “en el desarrollo de más de 15 nuevos fármacos que ya están en el uso clínico regular en enfermos”, según explica el Dr. Martínez.
Marta Cardona, directora de CRIS : “No hemos parado; al revés, hemos seguido apostando por la investigación con un aumento de un 15% de la inversión en 2020 respecto al año anterior. De esta manera, hemos mantenido las unidades CRIS en los hospitales y centros de investigación, hemos abierto nuevas líneas de investigación punteras, y también hemos apostado por nuevos proyectos de investigación de cáncer y Covid 19 a través de Fondo CRIS de Investigación Covid19 y Cáncer” y añade: “La pandemia que estamos sufriendo ha vuelto a poner a la investigación como algo prioritario y necesario. En CRIS contra el cáncer sabemos que es la única vía de ganar al cáncer, historias como la de Miguel son prueba de ello, por lo que nos comprometemos que en 2021 aumentaremos otro 15% nuestra inversión, pues nuestros ensayos dan esperanza a personas que no tienen otros tratamientos para vencer el cáncer”.
Anticuerpos Monoclonales: Los anticuerpos monoclonales son uno de los mayores avances de la biotecnología de la historia. Son como terapias teledirigidas, que buscan una diana concreta (generalmente en el tumor o alguna célula de su entorno), se pegan a ella, y producen toda una serie de efectos. Pueden hacer que la célula tumoral muera, que no pueda alimentarse ni crecer y acabe muriendo (por ejemplo, los que se dirigen contra moléculas importantes del tumor, como Slam7, cd38, bcl2 o cd79), que deje de manipular a su entorno y al sistema inmunitario (como los que se dirigen contra PD-L1), etc. La Unidad ha puesto en práctica varios de estos tratamientos, algunos de los cuales mejoran la supervivencia en más de un 30% de los pacientes, y prolongan el tiempo hasta una recaída hasta un 50%.
Anticuerpos Biespecíficos: Se trata de dar una vuelta de tuerca a los anticuerpos monoclonales. Son unos anticuerpos modificados por ingeniería genética que se unen a la célula tumoral y a una célula del sistema inmunitario (linfocitos T) simultáneamente. Esto hace que el linfocito T pueda detectar y destruir a la célula tumoral fácilmente. Se administran en inyecciones, y en algunos casos pueden tener un efecto tan potente como el de las células CAR-T. Uno de ellos, el blinatumomab, se ha utilizado para tratar diferentes tipos de leucemias y linfomas.
Inmunomoduladores (o IMIds): Son unos fármacos que se suelen tomar como pastillas que tienen un efecto doble: por un lado, eliminan a las células de mieloma que van apareciendo, y por otro favorecen una respuesta inmunitaria contra el tumor. Son fáciles de producir y administrar. En la Unidad han trabajado con éxito, por ejemplo, con un fármaco denominado pomalidomida. El hecho de que se puedan utilizar en pastillas supone una enorme ventaja en cuanto a la calidad de vida de los pacientes.
Terapias celulares: El Dr. Joaquín Martínez se ha especializado en terapias celulares a lo largo de su formación. Con su iniciativa, la unidad ha sido pionera en España en utilizar células CAR-T para el tratamiento de linfomas, leucemias y mielomas. Se trata de linfocitos T a los que se les añade un detector que les ayuda a buscar, identificar y eliminar a las células tumorales. Según el tipo de tumor pueden llegar a un 80% de eficacia. También son pioneros en el uso de terapias con células Natural Killer (unas células especializadas en detectar y destruir células alteradas o dañadas) en enfermedades de la sangre (sobre todo Leucemias, Linfomas y Mielomas).
Terapias Dirigidas: Si en lugar de un tratamiento genérico a los pacientes se les proporciona un tratamiento que ataque específicamente los puntos débiles de su tumor tenemos muchas más opciones de controlar o curar su enfermedad. En esto se basan las terapias dirigidas, unos tratamientos altamente personalizados que, en muchas ocasiones, como el ibrutimib o venetoclax, se pueden administrar como pastillas, y están contribuyendo a la curación de algunas leucemias agudas.