Los médicos de EEUU advierten de que las autoridades sanitarias y fabricantes de fármacos deberían avisar a las personas que la vacuna contra el coronavirus puede provocar efectos secundarios molestos. Los doctores creen que es necesario prevenir a la gente de los que puede pasar tras la primera dosis para que no se asunten y vuelvan a por la segunda.
Un grupo de médicos ha expuesto este requerimiento en una reunión con consejeros de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., según informa la cadena CNBC.
Sandra Fryhofer, miembro de la Asociación Médica Estadounidense se mostró preocupada porque sus pacientes no vuelvan a por la segunda dosis tras los efectos secundarios potencialmente desagradables que pueden experimentar después de la primera inyección.
"Realmente necesitamos advertir a los pacientes para que sepan que esto no va a ser un camino de rosas. Tienen que saber que han sido vacunados y que pobablemente no se sentirán genial. Pero tienen que volver para esa segunda dosis", ha advertido.r
"La primera dosis no es gran cosa. Pero luego, la segunda dosis definitivamente te dejará sin vida por un día... Tendrás que tomarte un día libre después de la segunda dosis", ha asegurado al medio estadounidense una mujer de 50 años de Carolina del Norte, participante del ensayo de Moderna, y que se atreve a recomendar a la gente que se coja un día libre en el trabajo tras ponerse la vacuna.
Luke Hutchison, un biólogo de 44 años de Utah, dijo que con la primera dosis sintió mareos y fiebre baja durante varios días. Con la segunda tuvo que pasar un día en la cama con fiebre alta, temblores, escalofríos, fuertes dolores de cabeza y dificultad respiratoria.
Carrie, estadounidense de 45 años, participó en los ensayos de Pfizer y contó que tras la primera dosis sufrió fiebre, dolor de cabeza y dolores en general, como si de una gripe se tratara. Tras el segundo pinchazo, los efectos secundarios fueron más fuertes.
Para Glenn Deshields, de Texas, los efectos secundarios de la vacuna de Pfizer fueron como si tuviera una importante resaca.
Las empresas farmacéuticas reconocieron que sus vacunas podrían provocar efectos secundarios, similares a los síntomas asociados con una infección por coronavirus leve, como dolor muscular, escalofríos y dolor de cabeza.
Patsy Stinchfield, una enfermera de Minnesota, ha señalado la posibilidad de que las autoridades y los fabricantes de los medicamentos hablen de los efectos secundarios de una manera más positiva. Propone hablar de "respuesta" a la vacuna en lugar de "reacción adversa".