La mascarilla es un complemento imprescindible para nuestro día a día durante la pandemia del covid-19. Y casi desde el principio las más extendidas fueron las quirúrgicas, con una eficacia de 4 horas, pero cada vez comienzan a verse con más frecuencia entre la población las mascarillas FFP2, especialmente recomendadas para viajes largos y reuniones no familiares de más de 15 minutos. Sin embargo, aún existen dudas en torno a ellas.
Las mascarillas Equipos de Protección Individual (EPI), popularmente conocidas como mascarillas FFP1, FFP2 y FFP3, son productos sanitarios utilizados por el personal de hospitales y centros de salud para crear una barrera entre pacientes y profesionales médicos. Sin embargo, es cada vez más habitual verlas a pie de calle.
Este tipo de mascarillas, en su etiquetado, llevan un marcaje específico: NR (No Reutilizable) o R (Reutilizable). Es importante prestar atención a estas siglas para saber si es posible o no utilizar más de una vez la mascarilla FFP1, FFP2 o FFP3. Es recomendable que las mascarillas no reutilizables se desechen una vez utilizadas (entre 4 y 8 horas).
Existen ciertas mascarillas EPI, por lo general fabricadas con tejidos algodonosos, en cuya etiqueta se indica que son reutilizables (R) y el número de lavados que soportan antes de dejar de ser efectivas. Eso sí, es importante echarlas a la lavadora cada vez que se usen.
Hay personas que optan por fabricar mascarillas de tela en casa para evitar gastar dinero en las desechables. Sin embargo, este tipo de protecciones faciales son mucho menos efectivas frente al coronavirus que las homologadas, que poseen una serie de certificaciones que aseguran su eficacia frente al contagio.
Para saber si una mascarilla FFP1, FFP2 o FFP3 está homologada debemos fijarnos en su etiqueta. En ella debemos encontrar lo siguiente:
Este tipo de mascarilla con más protección puede estar más indicada para situaciones de más riesgo como los espacios cerrados, por ejemplo en un hospital o en una reunión de trabajo, o en contacto muy cercano con otra persona que sabemos que es positiva. Deberían ser encuentros de larga duración, en uno de 15 minutos no merece la pena. En cuanto a los viajes en transporte público, si supera los 15 minutos no habría que descartar utilizar una mascarilla de mayor protección que la que ofrecen las higiénicas, quirúrgicas o de tela. También hay que tener en cuenta que los costes ambientales que puede acarrear el uso masivo de mascarillas FFP2.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge y de la Universidad Northwestern (Reino Unido) robaron la eficacia de diferentes tejidos para filtrar partículas de entre 0,02 y 0,1 micrómetros (aproximadamente del tamaño de la mayoría de los virus) a altas velocidades, comparables a la tos o la respiración pesada. También probaron las mascarillas kn95 y las quirúrgicas.
Los resultados muestran que la mayoría de los tejidos que se utilizan habitualmente en las mascarillas no clínicas son eficaces para filtrar las partículas ultrafinas. Las mascarillas kn95 fueron muy eficaces, aunque una bolsa de vacío HEPA reutilizable superó en algunos aspectos el rendimiento de la kn95.
En cuanto a las mascarillas de fabricación casera, las fabricadas con múltiples capas de tela fueron más eficaces, y las que también incorporaban una interfaz, que normalmente se utiliza para endurecer los cuellos, mostraron una mejora significativa en el rendimiento. Sin embargo, esta mejora en el rendimiento también hizo que fuera más difícil respirar a través de ellas que una mascarilla kn95.