La vacuna contra el coronavirus está ya empezando a aplicarse en el mundo: Rusia comenzó a principios de diciembre, Reino Unido empezó su campaña hace una semana, Estados Unidos acaba de arrancarla y queda menos de un mes para que lleguen a España las primeras dosis. Pero, una vez nos la hayamos puesto, ¿podemos hacer vida normal?
Debra Goff, farmacéutica de enfermedades infecciosas del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, en declaraciones a Business Insider, responde: "Una vacuna es el primer paso para ayudarnos a volver a la normalidad anterior a la covid-19. No es el fin definitivo".
Por eso, avisa de que, durante un tiempo, habrá que seguir respetando las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias. "Creo que la percepción de la gente es que te pones la vacuna y estás a salvo, y finalmente podemos dejar de llevar mascarilla, guardar el distanciamiento social y esas cosas, pero eso no es la realidad", advierte.
Primero habrá que comprobar la eficacia real del fármaco y, después, alcanzar una inmunidad colectiva para volver a una completa normalidad. "Si tenemos la enfermedad en otras partes del mundo, no me queda claro que podamos regresar y hacer grandes eventos deportivos o abrir los bares porque el riesgo de reinfección se avecina", argumentó Bill Gates en un podcast realizado junto a Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos.
Fauci añadió que esta inmunidad de rebaño se alcanzará cuando se haya vacunado al 75% o al 85% de la población mundial. Hasta entonces, habrá que seguir manteniendo una serie de normas. Por ejemplo, Goff señala que no podremos dejar de usar la mascarilla ni omitir la distancia social.
El principal motivo para esta afirmación es porque, aunque las vacunas de Pfizer y Moderna protegen a las personas de enfermar gravemente por coronavirus, todavía se desconoce si protegen también de contraer el virus de forma asintomática, convirtiéndolas en contagiadoras silenciosas.
Otra razón para usar la mascarilla que la vacuna. Incluso ahí es un 52% efectiva solo. No alcanza su eficacia total hasta la administración de la segunda dosis, que se aplica tres o cuatro semanas después.
Además, las vacunas no son 100% efectivas, por lo que existe una pequeña posibilidad de que aún pueda contagiarse después de recibir ambas dosis de la inyección.
Tampoco es recomendable volver a mantener una vida social demasiado activa, es decir, entrar en bares o mezclarse con amplios grupos de gente, especialmente si son desconocidos, porque esta persona podría estar transmitiendo el virus sin saberlo a otras personas que no están vacunadas.
Lo que se está investigando ahora es si la vacuna protege contra la transmisión. "Entre ahora y enero, vamos a saber mucho más. Cada día es una nueva experiencia de aprendizaje. Casi llegamos, pero no hemos cruzado la línea de meta", asegura Debra Goff.
Pese a las restricciones que seguirán existiendo, ya se podrán realizar nuevas acciones que ahora no estaban permitidas y se podrán hacer planes relativamente normales para después de la primavera, según sostienen los expertos. De esta forma, la Navidad de 2021 promete ser mucho mejor que la que espera en este 2020.
Otra actividad que podremos realizar una vez vacunados será cuidar a un ser querido que se haya contagiado. Así, en caso de convivir con alguien que tenga coronavirus, podremos llevarle comida y bebida, controlar su temperatura e incluso hacerle compañía. En estas situaciones es importante seguir usando la mascarilla también para aumentar la protección.
Debra Goff cree que es inevitable que el uso generalizado de la mascarilla decaiga, aunque cree que la pandemia ha hecho que estos accesorios sean más aceptables socialmente para las personas inmunodeprimidas o susceptibles a enfermedades virales. "Eso es algo bueno", concluyó.