Las campañas de vacunación contra la covid arrancan en numerosos puntos del mundo para tratar de contener la epidemia. Sin embargo, las primeras personas que se la han puesto advierten de los efectos secundarios que conlleva. Es el caso de Kisten Choi, una enfermera que participó en los ensayos de la vacuna de Pfizer y BioNTech que acaba de publicar en The Journal of the American Medical Association un artículo relatando su experiencia.
La enfermera destaca diferencias entre la primera dosis y la segunda. Tras la primera, no tuvo más efectos secundarios que dolor en la zona del pinchazo, algo común según los especialistas. Pero dos horas después de recibir la segunda dosis, Choi comenzó a notar frío, náuseas y mareos.
A la mañana siguiente (de la segunda dosis), la fiebre era muy alta, alcanzando los 40,5 grados, por lo que estaba preocupada. "Después de meses de observarnos constantemente la fiebre como un signo de covid19, creo que estaba un poco alarmada al tener la temperatura tan alta. Una vez mejoré y pensé en ello, unos minutos más tarde, se me ocurrió que puede ser algo que pase con frecuencia con las vacunas", comentó a Business Insider.
La enfermera llamó a los responsables de la investigación y le confirmaron que su reacción era muy normal. La fiebre bajo con un paracetamol y mucha agua y en 24 horas los síntomas habían desaparecido. Pese a las complicaciones de aquel día, Choi cree que todo el mundo debería vacunarse.
"Lo que he vivido no fue muy placentero, pero es efímero. No fue una emergencia, desapareció en solo un día y si tuviera que haberlo hecho de nuevo, lo haría sin dudar. Nuestros cuerpos tienen que activar los sistemas inmunológicos para aprender cómo luchar contra el virus, que es el objetivo por el que nos vacunamos. Una parte de esa activación puede hacer que se tenga fiebre, náuseas o mareos, que es lo que me pasó a mí", explicó la enfermera.
Los efectos secundarios más frecuentes en la vacuna de Pfizer, según la propia farmacéutica, fueron dolor en el lugar de la inyección (84%), fatiga (63%) y dolor de cabeza (55%). No obstante, solo el 14% presentó fiebre alta, por lo que la reacción de Choi podría ser poco habitual.
"Creo que podemos tardar en ver a los pacientes decir: 'Me he vacunado. Es algo en lo que confío para mí y mi familia y creo que deberías vacunarte tú también'. No tienes que tener miedo por los efectos secundarios. Son una señal de que la vacuna está funcionando y de que tu cuerpo está preparado para luchar contra el virus", explica.