Un día más nos llegan nuevas grabaciones de la directora de la residencia de Ullastrell que hacen que nos estremezcamos pensando en el trato que se allí se dispensaba a los ancianos. La Fiscalía está investigando, como también investiga la muerte de 60 internos durante la crisis de la Covid-19 en una residencia de Brunete, en Madrid.
“El día antes ya no pudimos hablar con ella la familia y murió sola, con mucha pena y como un animal abandonado”. Son apalabras de Justo, hijo de una de las 60 víctimas del coronavirus registrados en la residencia Geriasa de Brunete.
La dirección de este centro privado niega que la cifra sea tan elevada y se escuda en la falta de test. Además, aseguran a Informativos Telecinco que la gestión está siendo ejemplar. Escuchándoles se dirían que aquí no pasa nada en este centro con capacidad para 250 personas, pero además de los fallecidos hay varios contagiados. Las familias los acusan de ocultar información.
En total, casi 150 residencias han sido intervenidas ya por la Comunidad de Madrid. En Cataluña, por ahora, son seis, entre las que se encuentra la de Ullastrell, con 12 muertos y una directora que ordenaba a sus trabajadores tratar así a los ancianos: “No quiero que le hagáis nada, de hecho no quiero que le mire ni el medico ni la enfermera ni hostias, nada!”. Son grabaciones felicitadas por los trabajadores del centro.
Los familiares denuncia mala praxis y la acusan de buscar tan solo beneficios económicos a través de los mayores a raíz de testimonios como este: “A partir de hoy nada de nada, ni agua, si se llaga es su problema. Me hacéis perder dinero todos los meses”.
El pasado 12 de marzo, técnicos del Departamento de Salud y Asuntos Sociales llegaron a la residencia para desalojar a los pacientes. El centro que se encuentra desde entonces bajo la lupa de la Fiscalía, ha pasado ser gestionado por la Genaralitat.