¿Has dormido peor de lo normal las últimas noches? Quizá tenga que ver con el hecho de que el jueves, 28 de enero, hay luna llenael jueves, 28 de enero, hay luna llena. Si bien sabíamos que la luna puede afectar al comportamiento de los animales y al estado de ánimo, o incluso provocar desastres naturales, lo que desconocíamos hasta ahora es que también altera nuestros ciclos de sueño. Lo confirma un estudio que acaba de ser publicado.
El estudio lo publica la revista ‘Science’, y ha sido llevado a cabo por un grupo de científicos de las universidades de Washington, la de Quilmes, en Argentina y la prestigiosa Universidad de Yale. Para averiguar cómo influye la Luna en los ciclos del sueño utilizaron la actimetría de muñeca, y buscaron grupos de participantes que vivieran en entornos variados, “desde un entorno rural con y sin acceso a la electricidad en las comunidades indígenas ‘Toba’ en Argentina hasta un entorno postindustrial altamente urbanizado en los Estados Unidos”, argumentan en el informe.
Los resultados son claros: el sueño comienza más tarde y es más corto en las noches antes de la luna llena cuando la luz de la luna está disponible durante las horas posteriores al anochecer. Y concretan, “el pico en el tiempo de inicio del sueño y el mínimo de duración del sueño tuvo lugar de 3 a 5 días antes de la noche de luna llena”.
“Los cambios en la duración del sueño de cada participante a lo largo del ciclo lunar variaron de 20 a más de 90 minutos y no difirieron considerablemente entre los grupos. Los cambios en el inicio del sueño variaron de 30 a 80 min. Por lo tanto, las fases lunares se asociaron con cambios predecibles y biológicamente relevantes en el horario diario del sueño”, añaden.
Sí que se ha observado cierta diferencia entre los grupos en la medida en que influye la luna llena. En los grupos con menor acceso a la luz eléctrica, en este caso las comunidades indígenas ‘Toba’, los efectos de la luna llena son mayores porque constituye una fuente de luz más importante durante la noche.
Hay una explicación para que afecte a la noche de luna llena y las previas, pero no a las posteriores. Está relacionado con la luz que percibimos. La luna creciente es cada vez más brillante a medida que se acerca a la fase de luna llena, y en general sale en torno al final de la tarde o comienzo de la noche.
Por el contrario, la segunda mitad de la luna llena y las noches posteriores, cuando la luna es menguante, su luz todavía es significativa, pero lo es por lo general en el ecuador de la noche, cuando afecta menos a la población.
La luz de la luna las primeras horas de la noche tiene más probabilidades de generar cambios en el inicio del sueño, aclara el estudio, sin embargo a altas horas de la noche la mayoría de las personas suelen dormir ya más profundamente, concluye.