El hallazgo de hasta 500 murciélagos muertos en la cueva del Lloviu, en la parroquia de Peón, perteneciente al concejo de Villaviciosa (Principado de Asturias) en el año 2002, permitió descubrir un agente patógeno que despierta cierta preocupación desde su origen y que adoptó el nombre de la particular cavidad española: hablamos del virus Lloviu, un pariente del Ébola que podría saltar a humanos y replicarse, como ya hizo el SARS-CoV-2.
Así lo ha confirmado recientemente un grupo de científicos de Hungría, quienes han aislado al virus y han demostrado su potencialidad para saltar a humanos y desatar un brote, según recoge 'El Comercio'. Los expertos piden desde hace años que se impida el libre acceso a la cueva; la habitan las colonias de murciélagos en los que se detectó por primera vez el virus (Miniopterus schreibersii) y hay riesgo de contagio.
La cueva del Lloviu, ubicada cerca de Gijón, es la mayor cavidad sobre calizas del Jurásico de la región. Fue declarada Reserva Natural Parcial en 1995. Los expertos piden tomar medidas en un espacio que requiere especial atención, especialmente por el virus. Se han presentado varios informes para aumentar la protección, pero no se ha contemplado ni con la localización de los animales ni, posteriormente, con la detección del agente patógeno.
El grupo de científicos de Hungría que ha estudiado la potencialidad del virus descubrió el agente infeccioso en murciélagos del país centroeuropeo en el 2016. Al igual que otros estudios, sugieren aplicar medidas de control, como revisiones y vigilancia a través de estudios científicos. Asimismo, piden impedir el acceso a las colonias de murciélagos de cueva y así prevenir infecciones, aunque destacan que se desconoce si estos mamíferos son el reservorio del virus o si los hallados muertos en Europa en 2002 lo hicieron por Lloviu virus.
Las primeras muestras del virus del Lloviu en España fueron analizadas en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, centro que confirmó el positivo del murciélagos en el filovirus, muy similar al Ébola. La falta de equipo especializados obligó a los investigadores buscar colaboración con otras líneas de estudio a nivel internacional. Hablamos de un patógeno localizado en toda Europa.