Investigadores y científicos de todo el mundo luchan a la carrera por encontrar una vacuna contra el coronavirus y el equipo que lleva la delantera pertenece al Instituto Jenner de la Universidad de Oxford.
El estudio de los científicos de este Instituto es, hasta el momento, el más avanzado, y estiman que para septiembre podrían tener el primer millón de dosis. Así lo confirmaban los investigadores que trabajan para esta vacuna. Pero esto no significa que la vacuna esté lista para ponerla en personas, ya que hace falta una serie de ensayos clínicos que necesitan probar seguridad.
Hasta la fecha, la vacuna ha tenido éxito en macacos, cuyo genoma coincide al 97,5% con el de los humanos y ya ha comenzado a experimentarse con personas. Lograr inmunidad en monos, no obstante, no significa que la vacuna vaya a funcionar en humanos.
El foco ahora está en la inmunidad de la probación, ya que tras pasar la enfermedad, se adquiere cierto grado de esa inmunidad frente al virus.
El vírologo, Estanislao Nistal, informa que "una cosa es el concepto de inmunidad global, una inmunidad completa, y otra cosa es que tengamos algo de inmunidad que nos prevenga de tener síntomas graves y tener que ir al hospital”. En este sentido, explica, "una vez pasada la enfermedad tenemos algún grado de inmunidad que en la mayor parte de los casos nos va a proteger de tener síntomas graves".
El momento más crítico será a finales de octubre, en otoño, cuando vuelve la temporada de los virus respiratorios como la gripe, por lo que será importante aprender a diferenciar los síntomas entre la ésta y el coronavirus.
En su primera etapa clínica, el ensayo realizado por el Instituto Jenner para evaluar la eficacia de la vacuna, involucraba a 1.112 voluntarios. De todos ellos, 551 recibían una dosis de la esperanzadora vacuna contra el Covid-19 y el resto de voluntarios servían como grupo de control al recibir una sin saberlo un inyección sin producto activo. Los diez participantes restantes recibirán dos dosis de la vacuna experimental, en un intervalo de cuatro semanas.
Los científicos han explicado que el mes pasado inocularon a seis monos de la especie con la potencial vacuna. Después, les expusieron a altas dosis de Covid-19 y tras 28 días los animales se encuentran en perfecto estado de salud tras haber recibido la vacuna.