Un estudio realizado por científicos militares chinos ha revelado que los pacientes con síntomas leves no tienen inmunidad. El equipo de investigación dirigido por el doctor Ye Lilin, del Instituto de Inmunología de la Universidad Médica del Ejército en Chongging, descubrió que sólo los enfermos que se recuperaban de afecciones graves o moderadas tenían células inmunitarias de memoria dirigidas al coronavirus.
Alrededor del 80% de los positivos tenían síntomas leves o ningún síntoma. Si podrían infectarse de nuevo es una de las mayores preocupaciones entre los investigadores, y más temiéndose que una ola de mayor mortandad llegue al hemisferio norte a partir del próximo otoño. Un número creciente de estudios sugiere que algunos pacientes infectados pierden anticuerpos rápidamente.
El nuevo descubrimiento "sentará las bases para el diseño racional de vacunas eficaces", señalaron Ye y sus compañeros. Según una encuesta reciente, se han desarrollado más de 400 vacunas en el mundo y se están sometiendo a ensayos clínicos.
Los resultados preliminares han sugerido que la mayoría de esas vacunas candidatas podrían generar varios grados de respuestas de anticuerpos, y países como Rusia y China ya lo han hecho. De hecho, Moscú ha aprobado la vacunación de determinados grupos de población con alto riesgo de exposición.
Los investigadores militares estudiaron muestras de sangre recogidas a casi 60 pacientes en Chongqing, en el suroeste de China, durante distintas etapas del desarrollo de la enfermedad. Sus condiciones iban desde graves hasta asintomáticas. Luego se comparó a los pacientes con ocho voluntarios sanos reclutados por los militares sin contacto previo con el virus.
La diferencia fue "sorprendente", dijeron. Los pacientes sin síntomas o con síntomas leves no pudieron generar ninguna de las células duraderas que atacan al coronavirus, según su análisis. Las células B de memoria son generadas por el sistema inmunológico y son capaces de reconocer el virus y producir anticuerpos incluso décadas después de la infección.
Sin embargo, los investigadores notaron un aumento de las células T "auxiliares" y "asesinas" en estos pacientes. Estas células T son otro tipo de células inmunes que pueden atacar a intrusos extraños, pero no se dirigen específicamente al covid. Sospechan que eran restos de infecciones previas causadas por otros tipos de coronavirus que resultaron en gripe común.
Los pacientes que habían luchado duro contra el coronavirus, algunos de ellos al borde de la muerte durante semanas, habían adquirido una gran cantidad de células B de memoria, por lo que estaban más equipados para defenderse de otro ataque.
En cualquier caso, la respuesta inmune de los pacientes fue incompleta, apuntaron los científicos asiáticos. Las células B y T generalmente necesitan trabajar juntas para defenderse de un ataque viral. Inducir ambas respuestas inmunes puede ser crucial para que una vacuna prevenga la infección por covid-19, explicaron.