¿Es un riesgo celebrar la manifestación del 8M? Los errores, como salvar el verano o la Navidad o dar por derrotado el virus antes de tiempo, han salido caros. En vidas. Con una tercera ola en remisión, aunque con datos aún similares al pico más alto de la segunda ola, cabe preguntarse si es lo más adecuado celebrar manifestaciones aunque sean con un número limitado de 500 personas con motivo del 8M.
El mismo Ministerio de Sanidad alertaba en un informe de septiembre de 2020, que el riesgo de propagación de covid en eventos o actividades multitudinarias dependía, entre otros, de la situación epidemiológica, de las características del evento y de la capacidad para la adopción de medidas de prevención y control y elaborada una tabla con consideraciones de alto riesgo, medio y bajo.
Entre las consideraciones de alto riesgo figuraban un alto porcentaje de participantes considerados vulnerables, o que en la misma se realizaran actividades de alto riesgo (cantar, contacto físico, compartir materiales, etc.), la dificultad para mantener la distancia física, el hecho de que los participantes estuvieran de pie en movimiento durante todo el evento o la posibilidad de que este durara más de dos horas. Parece que gran parte de estas consideraciones se cumplirían en el caso de la manifestación del 8M.
El informe dejaba claro que un elemento de partida en la evaluación del riesgo, que deberá realizar las autoridades de salud pública o quien la comunidad autónoma determine, es la situación epidemiológica, que debe constatar un nivel bajo de transmisión en la comunidad autónoma, provincia, municipio o unidad territorial en el que se desarrolle el evento. Es cierto que en Cataluña se han celebrado unas elecciones -y los datos no parece que hayan ido a mejor-, pero correr riesgos en plena mitigación de una tercera ola con las variantes del coronavirus en plena ebullición no parece lo más lógico. Y más cuando se ha hecho que el sector de la hostelería sufra como pocos las medidas restrictivas para acabar con los contagios.
En este contexto, la ministra de Sanidad, Carolina Darias. No ha lugar, dijo preguntada al respecto. Llama la atención que uno de los responsables de la elaboración de este estudio, Fernando Simón no lo haya sido tanto al comparar los pasos de Semana Santa, que visto lo visto y con toda lógica no se van celebrar, con las manifestaciones del 8M, señalando las diferencias entre ambos acontecimientos. Cierto que las hay, pero añadir incertidumbre a escasos días para el 8M no ayuda.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón se ha referido al riesgo de contagio del covid en las manifestaciones del Día de la Mujer recalcando que "depende de cómo se relacionen las personas que se manifiestan juntas" porque si se mantienen las medidas de precaución "el riesgo se reduce mucho". "No soy experto, pero no es lo mismo estar bajo un paso de Semana Santa de 2.000 kilos que en una manifestación de 500 personas que se puede esparcir la gente y mantener las distancias", ha aseverado.
En la rueda de prensa en la que ha informado de la evolución de la pandemia junto a la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, se ha referido a la autorización que daría la Delegación del Gobierno en Madrid a las manifestaciones del Día de la Mujer que no superen las 500 personas. Según Simón, si los asistentes llevan mascarilla, tienen cuidado, guardan la distancia de seguridad y el resto de medidas de prevención, "el riesgo se reduce mucho". No es exactamente lo que detalla el informe de Recomendaciones para Actividades Multitudinarias de Sanidad. En cualquier caso, Simón ha señalado que "hay alternativas para satisfacer las necesidades de todos, las religiosas y las sociales", y ha hecho hincapié en que "si se pueden evitar las agrupaciones de personas mucho mejor, y desde luego, que no vaya nadie con síntomas".
El Ministerio de Igualdad de hecho, ha asegurado que seguirá las recomendaciones de Sanidad sobre la celebración de manifestaciones por el Día de la Mujer, que la mayoría de partidos y gobiernos regionales abogan por conmemorar con actos compatibles con la situación sanitaria, todavía lejos de superar la tercera ola. Solo Unidas Podemos ha confirmado que su formación acudirá a las manifestaciones si finalmente son convocadas por las organizaciones feministas, tal como ha avanzado su portavoz en el Congreso, Pablo Echenique.
Varias voces se han referido a la irresponsabilidad de acudir a manifestaciones, como ha sido el caso de la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien ha advertido de que "en este momento no es responsable" pues trabajar por las mujeres "se debe y se puede hacer todos los días" sin necesidad de celebrar actos que pueden generar un riesgo.
El PP ya ha avisado de que una hipotética manifestación supondría repetir "la irresponsabilidad" del año pasado a puertas de la pandemia y ha destacado, a través de su portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, que no es "año de manifestaciones ni de concentraciones multitudinarias, es año de responsabilidad" y que la propia Darias ha recomendado que no se celebren.
El PSOE ha comunicado este jueves que se sumarán solo a actos, principalmente institucionales, que sean compatibles con la situación sanitaria.
En la misma línea, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha confirmado que su partido participará en los actos institucionales, no es las concentraciones, porque se puede demostrar firmemente el compromiso con el 8M y la igualdad sin acudir a las aglomeraciones.
La polémica se centra principalmente en Madrid, en donde el año se celebró un multitudinario acto en los albores de la pandemia, motivo por el que la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado que el pasado 8 de marzo, "dejó de ser el Día de la Mujer y se convirtió en el día de la mujer contagiada".
"Me sorprende que quienes me piden que cierre comercios y que cierre restaurantes luego llamen a la gente a manifestarse de manera masiva en las calles", en alusión al PSOE y a Unidas Podemos.
La portavoz de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, ha denunciado el "totalitarismo" de la "ideología de género" y se ha reafirmado en definir las concentraciones del 8M por el día de la mujer como un "aquelarre" entendido como reunión de brujas.
Monasterio se ha reafirmado en la propuesta de Vox para que el 8 de marzo esté dedicado a las víctimas de la Covid-19 coincidiendo con la fecha en la que, según el partido, el Gobierno "incentivó" la participación en las manifestaciones feministas "con la única finalidad de cumplir su agenda ideológica" e ignorando "la salud de los españoles".
En medio de la polémica, organizaciones médicas como el Círculo de la Sanidad, organización que representa a empresas sanitarias privadas, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad política y social y ha pedido evitar cualquier encuentro o manifestación multitudinaria "que pongan en riesgo la salud pública".
En cuanto a las reacciones a una posible convocatoria de manifestaciones en toda España, los gobiernos regionales de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Galicia han hecho un llamamiento a la responsabilidad y a la prudencia y han optado por explorar otras alternativas, como campañas en redes sociales o actos simbólicos e institucionales. En el caso de algunos alcaldes, el de Zaragoza, Jorge Azcón, ha rechazado que se autoricen manifestaciones de 500 personas porque ahora "no tocan".
El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha dicho que está "de acuerdo" con la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en que no hay lugar para movilizaciones el Día de la Mujer, el 8M, y espera que las organizaciones las desconvoquen y hagan un llamamiento "reivindicativo".