Para entrar al corazón de esta UCI es imprescindible estar sano, limpio y mentalizado para cumplir unas medidas de seguridad extremas. Totalmente cubiertos nos ponemos en la piel del paciente que ingresan por urgencias para someterse a la prueba del covid19.
Si el resultado es positivo, comienza el más duro de los aislamientos. Manos cuidando pacientes de la sanidad pública en una clínica privada movilizada ante la pandemia. Ahora, esta UCI que ha llegado a cuadriplicar su capacidad, comienza a respirar tras demasiados días demasiado duros.
José Manuel Álvarez, Anestesista en la UCI de la Clínica Universidad de Navarra tiene claro que hay muchas cosas duras en el día a día de esta batalla en la que los sanitarios no paran de jugarse la vida. "Cuando cerramos los ojos por la noche se nos viene los pacientes que a lo mejor no han salido adelante y siempre te quedas con la sensación de si has podido hacer algo más".
Una terrible confesión y un dramático día a día con el que los sanitarios deben superar, como incluso la muerte de compañeros. Dilemas que resuelven cada día entregando lo mejor de sí mismos a sus pacientes, eternamente agradecidos a sus sanitarios, que han pasado de aplaudir a futbolistas a aplaudir a sus ídolos en bata ahora.
Sanidad, al menos, ha rectificado el documento en el que aconsejaba a los sanitarios que no se habían hecho la prueba del coronavirus, pero tenían síntomas desde hace siete días, que volvieran al trabajo transcurrido ese tiempo si no tenían fiebre, ni clínica respiratoria y no habían tomado antitérmicos en tres días. Este consejo se incorporaba en un documento de los técnicos del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, fechado el 31 de marzo, y que fue cuestionado por organizaciones de médicos, profesionales sanitarios y sindicatos, entre otros.
Los técnicos del Ministerio de Sanidad han actualizado la "Guía de actuación frente a COVID-19 en los profesionales sanitarios y sociosanitarios", y en esta nueva versión se refieren a la estrategia elegida para el fin del aislamiento del caso, en vez de a la que se debe acometer para el alta y su reincorporación al puesto de trabajo.
Ahora, a los trabajadores sanitarios que presenten síntomas leves y a los que no se le haya hecho la prueba PCR, les recomienda que terminen el aislamiento transcurridos siete días desde el inicio de síntomas, siempre que hayan transcurrido 72 horas sin síntomas y ausencia de fiebre sin necesidad de toma de antitérmicos.
Cuando el sanitario se incorpore a su actividad (que no determinada cuándo, no cita los siete días que señalaba antes) "lo hará con mascarilla quirúrgica hasta completar 14 días desde el inicio de síntomas, evitando durante este tiempo el contacto con personas consideradas vulnerables para esta enfermedad".
La guía aborda otro caso: el de los sanitarios que no se han hecho la prueba y que tienen un cuadro clínico grave y requieren ingreso hospitalario, que podrán recibir el alta si su situación clínica lo permite, aunque su PCR siga siendo positiva. No obstante, para ello, deberán mantener aislamiento domiciliario con monitorización de su situación clínica al menos 14 días desde el alta hospitalaria.
En la guía del pasado 31 de marzo se precisaba que esta situación se produciría "siempre que su proceso se haya resuelto o hasta que se obtenga un resultado de laboratorio negativo. Los casos ingresados que al alta tengan un resultado de laboratorio negativo podrán incorporarse a su trabajo".
En la actualización, los técnicos no se refieren a cuándo deben volver al trabajo y dicen que el alta se producirá si mantienen ese aislamiento domiciliario y "siempre que se haya resuelto la fiebre y hayan transcurrido tres días desde la resolución de los síntomas". En el documento también se explica la estrategia a seguir en los casos leves si se realiza una PCR para finalizar el aislamiento, no para el alta y su reincorporación al trabajo.
Según decían y dicen los expertos en las distintas versiones de la guía, la prueba debe hacerse una vez transcurridos siete días desde el inicio de síntomas y siempre que haya ausencia de fiebre sin necesidad de toma de antitérmicos y mejoría de la clínica respiratoria en los últimos tres días.
"Si la PCR es negativa y el trabajador se incorpora a su actividad asistencial, deberá hacerlo con mascarilla quirúrgica hasta completar 14 días desde el inicio de síntomas, evitando durante este tiempo el contacto con personas consideradas vulnerables para esta enfermedad", dicen ahora los técnicos. Antes se daba por hecho que "si la PCR es negativa, el trabajador se incorporará a su actividad asistencial con mascarilla quirúrgica". Por último, si la PCR es positiva, continuará el aislamiento hasta los 14 días, sin precisar cuándo se incorporará a la actividad.