Con la campaña de vacunación centrada en la inmunización de los adolescentes mayores de 12 años y la incertidumbre abierta ante la inminente vuelta a las clases, numerosos colectivos de padres y madres han trasladado su inquietud y sus dudas acerca de la seguridad de la vacuna contra el covid en menores.
Los expertos concluyen que a día de hoy resulta fundamental que los menores de edad se vacunen contra la covid19 para así poder atajar posibles rebrotes que se puedan producir con el regreso a las aulas previsto para la próxima semana en algunas comunidades autónomas. Las autoridades sanitarias recuerdan que la vacunación es completamente segura en personas mayores de 12 años porque así lo avalan las instituciones internacional que han aprobado su uso en este grupo de edad.
En este sentido, las vacunas aprobadas para su utilización en menores de edad son la de Pfizer y la de Moderna, ambas con el visto bueno tanto de las autoridades europeas (EMA) como de las españolas (AEMPS). Según la Asociación Española de Vacunología, para que España alcance la ansiada inmunidad de rebaño o inmunidad colectiva resulta fundamental que una buena parte de los adolescentes se vacunen contra el coronavirus.
Según las consejerías de sanidad de las diferentes comunidades autónomas, los profesionales encargados de administrar las vacunas no han registrado ningún tipo de reacción adversa más allá del habitual dolor localizado en el lugar del pinchazo, dolor de cabeza y algunas décimas de fiebre. Respecto a los casos de miocarditis y de pericarditis los médicos aseguran que se trata de casos excepcionales muy poco frecuentes y poco relacionada con la administración de la vacuna. Por ello, los epidemiólogos esgrimen las razones fundamentales para vacunar a los adolescentes contra el coronavirus.
En primer lugar, los expertos destacan que, pese a que normalmente los síntomas en una persona joven son más leves que en un adulto de edad avanzada, la vacunación reduce aún más las posibilidades de padecer los efectos más adversos de la enfermedad. Por otro lado, aunque el hecho de estar vacunado y ser asintomático no garantiza que no se pueda contagiar la enfermedad a otras personas, el índice de contagios se reduce exponencialmente si la persona, en este caso el menor, está vacunado. Además, si se evita que el virus continúe circulando también es una manera de prevenir nuevas mutaciones que podrían escapar a la efectividad de las vacunas y llevarnos de nuevo a la línea de salida.