Los moretones se forman por muchas razones. Cuando los vasos sanguíneos pequeños que se encuentran debajo de la piel se desgarran o se rompen, aparece esa manchita que puede ir de un tono más amarillento al azul, rojizo o prácticamente negro. ¿Cómo saber si un hematoma es grave por su apariencia?
Cuando sufrimos un golpe o una lesión, la sangre de nuestros vasos sanguíneos se escapa hacia los tejidos debajo de la piel y eso hace que cambie de color. A medida que pasan los días, las contusiones suelen ir evolucionando, empezando por un color más azulado que poco a poco pasa a ser amarillento. Generalmente, los moretones tardan más en sanar en la pierna que en los brazos y la cara.
Si la acumulación de sangre debajo de la piel es muy grande, además del color oscuro aparece un bulto que llamamos hematoma. Esto delata un trauma más significativo y es recomendable consultar a un médico.
Signos de que un hematoma es grave
Lo primero es ver cómo evoluciona. Un moretón normal cambia de un color rojizo a morado y, con los días, a uno amarillento o marrón en una o dos semanas, a veces tres. En cambio, si el hematoma no cambia en este tiempo podría delatar un problema más serio.
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Si sigue creciendo en tamaño o reaparece en el mismo lugar a medida que pasan las semanas, el cuerpo podría estar reaccionando al trauma aislando la sangre, y esto requiere de atención médica, puesto que probablemente necesita ser drenado.
Cuando el área del hematoma se vuelve más firme, podría estar causando osificación, lo cual hace que se forme un nuevo elemento similar a un hueso, porque se forman depósitos de calcio. Esta condición sólo puede ser diagnosticada por radiografía.
Si el hematoma hace que un brazo o una pierna se entumezcan o causa dificultad de movimiento.
Ocurre junto a un hueso roto.
Junto al ombligo, los moretones pueden indicar hemorragia en el abdomen.
Detrás de la oreja y en el cuello, los hematomas pueden indicar una fractura de cráneo.