El ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, han presentado a las CCAA una guía para la prevención y control del coronavirus en las explotaciones agrícolas que contraten temporeros con medidas relacionadas con el transporte y alojamiento, tras los últimos rebrotes en diferentes explotaciones agrarias.
En concreto, el empresario o gestor de la explotación agrícola tendrá que adaptar su plan de prevención para incluir las medidas organizativas, técnicas y de formación e información de los trabajadores que aseguren la prevención y control de la transmisión.
Las explotaciones agrarias deberán tomar medidas para limitar las cadenas de contacto y transmisión tanto como sea posible. Para ello, la guía propone partir de las cuadrillas como un grupo de trabajo y convivencia estable sobre el que pivotarán las medidas preventivas en la explotación.
Dentro de una explotación, los integrantes de una cuadrilla deben estar físicamente separados tanto como sea posible y las cuadrillas no deben mezclarse entre sí.
La guía establece que, en la medida de lo posible, se debe intentar que las cuadrillas estén formadas por grupos estables de alojamiento durante la campaña.
En el caso de que una persona presente cualquier sintomatología que pudiera estar asociada al coronavirus (tos, fiebre, dificultad al respirar, etc.), no deberá acudir a la explotación hasta que no se haya realizado una valoración médica y tampoco quien haya estado en contacto estrecho con una persona afectada.
Respecto a la organización del trabajo en el campo, se organizará en cuadrillas de personas trabajadoras, que deberán moverse y desplazarse siempre juntas en la medida de lo posible, evitando el contacto con personas de otras cuadrillas.
Si en algún momento alguna de ellas es confirmada como positivo de coronavirus, el resto de trabajadores que formen parte de esa cuadrilla deberá ponerse en situación de cuarentena.
Además, las actividades laborales deben planificarse, en la medida de lo posible para que los trabajadores puedan mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, especialmente durante las tareas de carga y descarga de mercancías en remolques, almacenes etc. También se mantendrá la distancia interpersonal entre los puestos de trabajo.
Respecto al transporte, la guía señala el uso de mascarilla según las normas de la propia de la región y, siempre que sea posible, utilizar las opciones de movilidad que mejor garanticen la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros.
Si el desplazamiento es en vehículo de empresa, ésta debe garantizar su limpieza y disponer de productos de higiene de manos, papel de un solo uso y un lugar donde descartar los desechos. Además, la empresa registrará los datos de los trabajadoras que en los últimos 14 días hubieran viajado fuera de la CCAA.
La guía señala como "imprescindible" el refuerzo de las medidas de higiene personal en todos los ámbitos de trabajo y frente a cualquier escenario de exposición. En particular, el lavado frecuente de manos, higiene respiratoria, distancia física de al menos 1,5 metros, y evitar compartir alimentos, bebidas u objetos de uso personal.
Los departamentos han subrayado que las políticas de limpieza y desinfección de lugares y equipos de trabajo son "importantes" medidas preventivas.
Por otro lado, también se deberán señalizar los accesos a las explotaciones y las vías de circulación para evitar cruces de personas. Igualmente se diferenciarán las vías de entrada y salida de las instalaciones fijas de la explotación.
De esta forma, el titular de la explotación debe mantener un registro, siempre que se pueda electrónico, con la relación de trabajadores contratados y sus números de teléfono de contacto, la cuadrilla a la cual pertenece y la unidad de alojamiento.
Además, se recomienda la solicitud de atención sanitaria como desplazados (en los casos necesarios), tanto si se proviene de otra provincia, de otra región o de otro país, con la finalidad de tener de antemano un centro de salud asignado.
El Gobierno reitera que se debe garantizar que cualquier persona que desarrolle síntomas sospechosos de coronavirus y tenga un diagnóstico de caso confirmado pueda aislarse del resto de trabajadores y convivientes de manera efectiva en una habitación individual.