El Ministerio de Defensa ha enviado a Lepe, en Huelva, a un equipo de reconocimiento del Ejército de Tierra para estudiar la instalación de un campamento de tiendas, literas y material de habitabilidad con el objetivo de prevenir contagios en los asentamientos de temporeros.
Se trata de la Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG 21 Sevilla), que se ha desplazado hasta localidad onubense con el fin de prevenir estos contagios en los asentamientos que se encuentran en precarias condiciones tras dos incendios.
La actuación ha sido solicitada por las autoridades locales a la Delegación del Gobierno y transmitida al Ministerio de Defensa para su aprobación.
Esta actuación es la segunda que el Ministerio de Defensa realiza para evitar contagios de coronavirus después de dar por finalizada la 'Operación Balmis'. La otra intervención se realizó en el municipio de Albalate (Teruel), dónde se desplegaron 30 militares.
El Relator Especial sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Olivier De Schutter, ha advertido de que los gobiernos locales deben mejorar inmediatamente las "deplorables" condiciones que soportan los trabajadores migrantes estacionales en los barrios de chabolas de los alrededores de los municipios donde se cultiva la fresa en España "antes de que la gente muera". Asimismo, ha reclamado que se regularicen las condiciones laborales de los trabajadores migrantes.
Así lo ha puesto de manifiesto tras los tres incendios registrados en los asentamientos informales de los municipios de Lepe y Lucena del Puerto (Huelva) que, según ha advertido, han destruido la única opción de alojamiento para los trabajadores estacionales cuando llegan a España.
"Los gobiernos locales han ignorado hasta ahora a las más de 170 personas que se han quedado a la intemperie. Algunos han perdido sus papeles y pertenencias y son aún más vulnerables", ha lamentado.
A su juicio, estos incidentes ponen de manifiesto la "urgente necesidad de regularizar" las condiciones de trabajo de los trabajadores migrantes y, por tanto, de garantizar unas condiciones de trabajo y de vivienda decentes.
"Las administraciones locales, los empleadores agrícolas y las empresas deben buscar de manera urgente y coordinada una solución para poner fin a la situación de degradación en la que viven los trabajadores agrícolas estacionales", ha dicho.