La ciudad china de Wuhan esta misma noche será puesta en cuarentena por el coronavirus. No circularán ni coches, ni trenes, ni ferris. Ya son diecisiete las muertes de un brote que se ha extendido a otros países. En Reino Unido ya se hacen controles en los vuelos que aterrizan desde esa ciudad china.
Los contagiados superan los 450 y con precauciones máximas los trasladan en China. En Wuhan, el epicentro de la crisis, donde los sanitarios bien pertrechados atienden a los enfermos y les aíslan. Allí hasta ahora han muerto 17 personas.
Las autoridades han clausurado la ciudad; los que ven son los últimos que salen porque desde mañana a las diez estará prohibido salir o entrar. En unas horas quedarán suspendidos trenes, autobuses y aviones.
Por eso desde Nigeria, al Reino Unido, Alemania y en toda Asia, aumentan los controles en aeropuertos de para impedir que este coronavirus siga desplazándose.
Porque una persona contagiada en Wuhan, puede ir en vuelo directo a 109 destinos de veinte países. Desde mañana será imposible porque la ciudad quedará clausurada. Mientras fuera se ponen en marcha procedimientos de cuarentena sofisticados o radicales, como en Corea del Norte que ha anulado sus vuelos hasta con Pekín.
El virus ya ha aterrizado en cinco países, como Tailandia, Japón o Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud sopesa si declarar la emergencia internacional para prevenir la expansión del brote.