Poder tomar una muestra de saliva y, utilizando nuestro propio teléfono móvil, saber si estamos contagiados por coronavirus Esto es lo que consigue el test de diagnóstico rápido en el que trabaja el biotecnólogo coruñés César de la Fuente, profesor de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos). El test, que se encuentra actualmente en una fase de ensayo clínico, utiliza tecnología electroquímica.
César de la Fuente explica su funcionamiento en una entrevista a EFE: "el test transforma la información química que ocurre cuando el virus se une a un receptor en una señal eléctrica", un enlace que puede ser detectado "muy rápidamente". Esta herramienta, creada por un grupo de cinco personas del laboratorio que dirige este catedrático, necesita un chip que puede ser creado con materiales muy económicos como papel, cartón o diferentes polímeros y se imprime en una impresora específica creada por el propio biotecnólogo.
La efectividad de este test rápido ronda el 90%, aunque se encuentra actualmente en una fase de ensayo clínico en la que están incrementando el número de muestras para comprobar si retiene ese porcentaje. En este sentido, De la Fuente señala que tiene propiedades "diferentes" a las de la PCR porque amplifica el ARN, pero la tecnología creada por el coruñés "es más barata y más rápida", por lo que podría tener una función para el testado frecuente.
Una de las principales ventajas de este test rápido es su sensibilidad ya que puede detectar a los contagiados asintomáticos incluso si tienen "muy poca carga vírica", pues solamente necesitan que haya carga del virus en una muestra nasal o en la saliva. No sabe todavía si podría ser efectiva con todas las variantes del covid-19, pues solo lo han probado en la cepa inicial.
El equipo ha diseñado dos modelos distintos de test. Uno, el más pequeño, el que se conecta a un teléfono móvil, que "se podría emplear en un uso personalizado, para que cada uno en su casa se pueda testar con alta frecuencia", explica el investigador, que indica que ese es su objetivo. El segundo modelo es del tamaño de un portátil y "se podría aplicar en la entrada de edificios, de estadios para conciertos o en campos de fútbol, por ejemplo", apunta De la Fuente.
Actualmente, tras siete meses de trabajo, el equipo se encuentra preparando los documentos para enviar a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), con el fin de que apruebe el test, cuyo nombre provisional es 'Detect'.
Todavía no saben cuándo se podrá usar su sistema de diagnóstico, pero el biotecnólogo, que fue elegido en 2020 el Mejor Investigador Joven de Estados Unidos por la American Chemical Society, espera que "se pueda implantar en el contexto de esta pandemia". "Si no llegamos a tiempo para contribuir a la lucha contra el coronavirus, se podrá expandir a otras enfermedades infecciosas. Estamos viendo cómo podemos aplicarla para detectar la gripe y enfermedades de transmisión sexual", asegura.
Su sueño, revela, es "producir sistemas de diagnóstico para todo el mundo, no solo para gente que tiene dinero", sino que cualquiera en su casa se pueda testar para prevenir contagios y así "salvar muchas vidas".